Londres / EFE. Sus 175 centímetros de altura y sus 68 kilogramos de peso, según los datos oficiales, esconden un “fenómeno de la naturaleza” difícilmente igualable.

Serena Williams, de 27 años, es la nueva campeona de Wimbledon, título que ya había levantado en otras dos ocasiones.

Ella venció a su hermana Venus, por 7-6 y 6-2. Por cierto, juntas ganaron el cetro en dobles.

Nacida un 26 de septiembre de 1981 en Saginaw, un pequeño pueblo de 56.000 habitantes ubicado en el estado de Michigan (EEUU) , Serena creció con su principal modelo en casa, su hermana Venus, con quien se lleva poco más de un año de diferencia.

Usuaria reconocida de algunos de los últimos éxitos tecnológicos como “Twitter” o “Facebook” -a los que intenta enganchar también a su hermana-, posee un tren inferior y superior tremendamente potente, algo que salta a primera vista, nada más echar un vistazo a la anchura de sus piernas o al diámetro de sus bíceps.

El servicio de la estadounidense es, sin duda, su mejor arma. En la última edición de Wimbledon ha conseguido ni más ni menos que 72 “aces”, lejos de los 41 de su inmediata perseguidora, la alemana Sabine Lisicki.

Además, con su saque ha llegado a alcanzar en el torneo londinense 200 kilómetros por hora.

La menor de las hermanas Williams, número dos del mundo, lleva ya 34 títulos en su carrera, de los cuales 11 son de Grand Slam.

Profesional desde el año 1995, los mayores éxitos de Serena comenzaron en el año 1999, cuando ganó el US Open, que también consiguió en el 2002 y en 2008.