Franklin Arroyo González
Yensy Aguilar Arroyo
farroyo@aldia.co.cr

Con ¢300 mil de ingreso familiar, Gabriela Salazar debe pagar junto con su compañero ¢60 mil de alquiler de la casa, ¢80 mil en un diario para cuatro personas, ¢40 mil en pasajes y ¢15 mil en luz y agua.

Los paseos familiares se redujeron a visitas al parque Central de San José, o al del barrio y han recortado el consumo de carnes, frijoles y leche.

“Hacemos de tripas chorizo”, expresó Salazar, quien andaba de compras con sus hijos, sobrinos y una hermana el viernes pasado en el Mercado Central.

María Luisa Escobar, otra madre de familia, tiene un presupuesto familiar de ¢450 mil que ganan su esposo, transportista y ella, dependiente.

De ahí pagan ¢120 mil de alquiler mensual, ¢70 mil en alimentación, ¢15 mil de luz y ¢5 mil de agua.

“Antes podíamos ir a Mc Donalds, ahora solo cuando el suegro nos regala plata”, explicó Escobar, quien compraba el diario con su esposo y una sobrina en Palí de Tibás.

Arrastre

Pese a las cifras oficiales de 1,21 por ciento con que cerró la inflación este año, los costarricenses no sienten que para ellos la situación haya mejorado.

La economista de la Universidad Nacional, Roxana Morales explicó que aún se arrastran los incrementos que de los últimos dos años.

“De enero a junio, el costo de la vida ha subido menos. Hace un año sentíamos que el dinero no alcanzaba, pero ahora el efecto es mayor porque las personas tienen otra calidad de empleo, o trabajan menos horas o fueron despedidos y eso afecta el ingreso”.

Por su parte, el presidente del Banco Central, Francisco de Paula Gutiérrez asegura que el país vivirá una recuperación gradual de la economía a partir del segundo semestre de este año.

Ajuste pequeño

El aumento salarial con el que contaran los trabajadores para el segundo semestre es del 2 por ciento en el sector privado y de 1,21 por ciento en el público.

Sin embargo, el viernes entró a regir un alza promedio del 15,7 por ciento en el precio de los combustibles, mientras que Acueductos y Alcantarillados (AyA) solicitó 23 por ciento de ajuste a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).

La tasa básica pasiva subió 1,5 por ciento de junio a la fecha.

Para Eugenio Solano, viceministro de Trabajo, lo más duro ya pasó y que en este semestre se empezará a notar la recuperación. “Creo que hay fenómenos sociológicos culturales que pueden explicar por qué los ticos no sienten esa pequeña baja y tiene que ver con los hábitos de consumo. Hay que revisar el esquema de fijación salarial, porque en realidad fue bajo”.

¿Cómo transcurrió la economía del primer semestre?

Fue un semestre difícil, pero creo que los resultados han sido mejores que los que se esperaban. El país enfrenta una contracción en la producción y la caída en las economías internacionales ocasiona una baja en las exportaciones.

¿La crisis ha dejado algo positivo?

Lo interesante es que algunos desequilibrios que se vieron el año pasado, como la inflación, muestra un comportamiento satisfactorio. En el primer semestre la inflación llegó al 1,21 por ciento y eso quiere decir que el poder adquisitivo de la gente no se perdió.

¿Esperaba que el panorama estuviera más complicado de lo que está?

La principal preocupación se enfocaba en cuáles iban a ser los efectos de la liquidez en la economía nacional. Afortunadamente, los bancos internacionales nos tendieron la mano y ahí tenemos unas reservas que no hemos usado.

¿Qué espera del segundo semestre?

Estamos viendo que poco a poco hay una recuperación. La gente tiene un mayor poder de compra y esperamos que eso se mantenga e incluso que el primer semestre del 2010 sea mejor que el segundo del 2009.