En la carnicería La Mejor, en el Mercado Central, perciben que la gente viene disminuyendo el consumo de carne.

Eduardo Vargas, administrador, dice que los clientes compran menos y afirma que muchos incluso, no han regresado desde hace tiempo.

Los números además, ejemplifican la dura realidad. ¢100 mil menos por día en las ventas.

Eso representa casi ¢2,5 millones menos al mes.

“Lo hemos percibido más de marzo para acá. Yo veo muy difícil que la situación mejore este año”, dijo Vargas.

En la carnicería no han tenido necesidad de despedir personal, pero han tomado otras medidas para mitigar el efecto. “Si un empleado necesita una tarde libre, hay más libertad para decirle que sí. Ellos parecen no sentir el apretón todavía”.

Además, dice que han tenido que competir con precios para atraer a los clientes. “Por ejemplo, la posta está aquí ¢600 menos que en cualquier otra parte. Es la forma que tengo para defenderme de la situación”, dijo.