Alexander Aguilar, enviado
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Dallas, EE.UU. Uno de los jugadores más talentosos en la “Sele”, el veterano Wálter el “Paté” Centeno, no jugará hoy ante Guadalupe, en los cuartos de final de la Copa de Oro, en Dallas.

Y es prácticamente un hecho que, si Costa Rica clasifica, no actuará en la semifinal y en la eventual final.

El volante, quien juega con Saprissa, tiene esguince grado uno en la rodilla derecha.

Anoche se intentó conocer la versión del seleccionador Rodrigo Kenton, vía telefónica a las 9:30 p.m. hora de Dallas. Su respuesta fue esta: “cómo me va a llamar tan tarde a la habitación. Mañana en la mañana (hoy) se van a conocer detalles. Jamás me imaginé que me llamaran para eso a estas horas”.

Ayer por la noche también se intentó conocer la versión del médico Alejandro Ramírez. Pero, a pesar de que era un hecho la lesión de Centeno, respondió que “todo está tranquilo”. ¿Por qué escondió la información Ramírez? ¿Acaso no es noticia que el principal jugador de la Tricolor sea baja para el partido contra Guadalupe?

Gina Escobar, encargada de prensa de la Federación, fue la única que confirmó la noticia al periódico Al Día. “El viernes, en la tarde, Centeno estaba haciendo un tiro con balón cruzado, el pie se le quedó pegado en la grama sintética y la rodilla lo resintió”.

Escobar dijo que la noticia no había trascendido antes, pues en el cuerpo técnico le dieron más tiempo al morado para que se recuperaba, algo que no se dio.

Pero...¿acaso tampoco era noticia que Centeno se había resentido el viernes por la tarde?

El doctor Ramírez sí confirmó, anoche en Monumental, que Centeno tiene un trauma en la rodilla derecha, en la parte interna. Se le diagnosticó un pequeño esguince, grado uno, en el ligamento colateral interno.

“Puede ser que quede fuera de la Copa de Oro, como medida de prevención”, añadió Ramírez.

A pesar de la baja de Centeno y del otro lesionado, Esteban Sirias, Costa Rica deberá volar alto esta tarde para pasar sobre Isla de Guadalupe, y de paso mostrar el buen nivel de juego que no tuvo en la primera fase.

El de hoy no será un partido común y corriente para los ticos, quienes inaugurarán el majestuoso nuevo estadio de los Dallas Cowboys, propiedad de uno de los principales cuadros del fútbol americano de Estados Unidos.

Los jugadores ticos se están quemando por jugar oficialmente en la cancha sintética de este lujoso escenario, que costó casi $1.200 millones (¢696.000 millones) y que tiene capacidad para 80 mil personas en sus instalaciones cerradas, con techo corredizo.