Alexander Aguilar
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Chicago, EE.UU. Mañana la Selección jugará de visita y México de local en el estadio Soldier Field de Chicago, en la segunda semifinal de la Copa de Oro.

Esta ciudad es la segunda de los Estados Unidos, luego de Los Ángeles, con más presencia de aztecas. Se calcula que en Chicago viven unos dos millones de mexicanos, cifra que varía constantemente por la cantidad de indocumentados que entran o salen.

“Aquí los mexicanos encuentran mejores trabajos y salarios. Además, pueden alquilar apartamentos a precios no tan altos”, indicó ayer Luisa Ortega, quien llegó a Chicago desde México.

Sin embargo, en el previo del partido de mañana esta situación parece no afectar al jugador tico, que saldrá a la cancha a enfrentar una afluencia de público de 61.500 personas, la gran mayoría de ellos aztecas.

“Es bonito, entre nosotros decimos que es más tuanis jugar así a veces, con todo en contra. Forma mucho el carácter y la responsabilidad, son los partidos más bonitos para jugar”, expresa el legionario Celso Borges, mientras el atacante Andy Herron le resta importancia a la fuerza mexicana en la gradería.

“Ya estamos preparados para eso. Vamos mentalizados a jugar como si estuviéramos en México, de antemano se conoce que en Estados Unidos los aztecas siempre son más que nosotros”.

Andy agrega que “sería más rico ganar así una serie semifinal y precisamente contra México”.

Pero nadie mejor para hablar del ambiente que se vivirá mañana que el defensa Gonzalo Segares, quien juega en la MLS con el Chicago Fire.

“Hace dos años estuve en la final de la Copa de Oro entre Estados Unidos y México y de los 60 mil aficionados que fueron al partido, había unos 57 mil mexicanos”, recordó Segares.

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Millones de mexicanos, aproximadamente, viven en la ciudad de Chicago.