Mauricio Astorga, actor

México D.F. ¡Llevo dos días, aguantando estoicamente la vacilada de mis amigos mexicanos!

No hay lugar en el que me salve, ni en la casa. Hasta ahí me llaman y me envían mensajes de texto para seguir haciendo leña del árbol caído.

La razón: ¡Otra vez nos ganó México! ¡Qué tirada!

La “Sele” jugó bien, se plantó con personalidad, tuvo momentos futbolísticos excelentes pero...¡No les pudimos ganar!

¡Un penalito! ¡Tan sólo un penalito nos faltó anotar! Y aquí no se trata de crucificar a Froylán, menos después de ese golazo que nos regaló en la “hora tatá”. Al contrario, qué alegría verlo de vuelta en la “Sele”, jugando con ganas y anotando. Lo demás son gajes del oficio.

Espero, que a los mexicanos, con la preocupación del juego contra los gringos, se les olvide pronto este partido con Costa Rica para que me dejen de vacilar; y que en el estadio Saprissa la tercera del año sea la vencida.

Ya nos ganaron dos veces en su casa: una en el Azteca y la otra, aunque fue en Chicago, está claro que jugaron de locales, con la gradería tapizada de verde, enmascarados y sombreros charros.

Pero en el Saprissa se jugará el partido más importante de todos. En el que, si las cosas salen bien en Honduras, podríamos estar celebrando el pase a Sudáfrica. Y así me tocará a mí “la revancha".