Esteban Rojas Sáurez y agencias AP y EFE
erojas@aldia.co.cr

La presión internacional para restablecer el orden en Honduras se multiplicó ayer. El mandatario Manuel Zelaya anunció que regresará a su país el jueves, tras visitar Estados Unidos.

También surgieron los primeros brotes de violencia ayer por la tarde en Tegucigalpa con decenas de heridos, golpeados y detenidos por disturbios.

El mandatario Barack Obama calificó en Washington de ilegal el golpe y dijo que el único presidente constitucional es Zelaya.

Los jefes de Estado de Centroamérica y República Dominicana acordaron en Managua aislar a Honduras hasta que los golpistas restituyan a Zelaya.

También solicitaron “una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que se emita una resolución condenatoria y se adopten las medidas coercitivas que correspondan” contra Honduras.

Decidieron “llamar a consulta de forma inmediata a los embajadores de los países del SICA acreditados ante el Gobierno de Honduras” y desconocer a los embajadores y representantes que sean nombrados tras la “ruptura constitucional” en el vecino país.

La comunidad internacional condenó en las Naciones Unidas el golpe de Estado en una sesión de urgencia del organismo y se anunció que Zelaya intervendrá hoy en la ONU para hablar sobre la crisis que atraviesa su país.

Cierran fronteras

En Costa Rica el Ministerio de Comercio Exterior informó ayer que Guatemala, El Salvador y Nicaragua decidieron establecer el cierre de fronteras comerciales con Honduras por un plazo de 48 horas.

Entretanto, los países miembros de la Alternativa Bolivariana de los Pueblos de las Américas (ALBA) ordenaron retirar sus embajadores acreditados en Tegucigalpa hasta que se restituya en la presidencia a Manuel Zelaya, destituido por el Parlamento de su país que nombró en su lugar a Roberto Micheletti.

“Le decimos a los golpistas de Honduras que estamos listos para apoyar la rebelión del pueblo... y eso no va a ser en palabras”, afirmó el mandatario venezolano, Hugo Chávez, al referirse a un artículo constitucional de Honduras que dice “ nadie debe obediencia a un gobierno usurpador”.

Chávez no precisó la manera en que llevaría a cabo ese respaldo, pero clamó a los soldados de Honduras a que no vayan a derramar sangre, según declaraciones difundidas en Venezuela por los medios estatales.