Carlos Láscarez S.
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Tejar - El templo católico de El Llano de Los Ángeles de Corralillo de Cartago se hizo pequeño para albergar a las cientos de personas que llegaron a despedir a las hermanitas Keilyn Tatiana y Daielin Johana Monge, de 9 y 5 años.

Ellas fueron sorprendidas el sábado anterior por una cabeza de agua, cuando regresaban a su casa en compañía de su padre.

Ambas fueron despedidas como hubieran soñado, rodeadas de los bueyes que amaban, con el calor del pueblo que las vio crecer y al lado de sus padres y hermana.

Fuera de la iglesia se ubicaron cerca de 35 yuntas de bueyes, que acompañaron a las menores en un recorrido de 500 metros hasta el cementerio de la localidad.

Entre los presentes estuvo Jorge Valverde, quien indicó que llegaron a dar el último adiós a las niñas y apoyar a los papás.

Jéssica Arias, maestra de maternal de Daielin, se mostró muy dolida pues su alumna siempre se destacó por ser tranquila, dedicada y sobre todo cariñosa.

Agregó que en varias ocasiones la niña le dijo que soñaba con ser enfermera para ayudar.

También se presentaron alumnos de las escuelas Antonio Camacho Ortega, de Corralillo; Félix Mata de Los Ángeles; de Caragral y San Joaquín. Algunos alumnos llevaron margaritas y lazos blancos.

La misa estuvo a cargo del sacerdote Geovanni Díaz, quien dio un mensaje de apoyo a los padres, donde les recordó que siempre estuvieron al tanto de las niñas.

Una catequista que no se identificó dijo que los padres siempre se esmeraron en llevarlas.