Antonio Alfaro
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Nunca le había pasado en tantos años de carrera. Sacado de la cancha apenas a los 30 minutos de juego, ante Saprissa, Wílmer López reconoce haberse desanimado, o como él dice, “ahuevado”.

Salió sin renegar ni pedir explicaciones, aunque de camino a los camerinos a la hora del intermedio, el técnico Rónald Gómez se le acercó para decirle que lo sacó a él, debido a “los minutos” (el tiempo que debe sumar Carmelita con jóvenes jugadores, con tal de no ser sancionado con cinco puntos, al final de la fase de clasificación).

“Es una razón que a uno no lo llena, pero si es la necesidad del equipo...”.

“Decir que salí contento, mentiría, pero nunca fui de mostrar molestia y mucho menos lo voy a hacer ahora”.

Tampoco buscará a Gómez para hablar más del tema, pues no es su estilo, según explica. “Son decisiones técnicas”, asume el “Pato”, con resignación.

Aunque nunca le había pasado, Wílmer considera que tampoco debería sorprenderse. “Ya uno ha visto de todo en el fútbol”. También sabe que no será la primera desazón en un año de experiencias difíciles en lo deportivo, como ser banca y jugar tan poco en el colero del campeonato.

“Tal vez algún día me toque ingresar a la cancha para jugar dos minutos, otra cosa que nunca me ha pasado y podría pasar”.

El final de su carrera parece irse llenando de experiencias difíciles, pero estas no lo llevan a definir el momento de su retiro. “No, todavía no sé cuando”.

Aguanta

“Nunca he sido de preguntarle a los técnicos por qué me sacaron. Tampoco de mostrar cólera. No lo voy a hacer ahora”

“Si sigo metido en el fútbol, no sé cuánto más, tendré que soportar cosas como esa y todo lo que venga”.

Wílmer López, jugadorde Carmelita