Isaac Lobo
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Mariela Morales y Keilyn Castro están distanciadas y no se hablan debido a una supuesta deuda. Morales acusa a Castro de haberle quedado debiendo dinero y de hacerse la “loca”.

El hecho se remonta a abril del año pasado, en un evento en La Guácima cuando ambas trabajaron para Repuestos Gigante. Keilyn en esa ocasión fungió como intermediaria.

“Keilyn me llamó para que trabajara con ella. Fueron nueve horas. Pasó un mes, dos meses, tres... y nunca me pagó. Me dijo que se había gastado la plata sin querer y que luego me la daba. Ya la dí por perdida, seguro la usó para otra cosa”, asegura Morales.

Keilyn asegura que sí le canceló. “Yo le deposité el dinero a Mariela, sólo que le rebajaron dos horas, porque ella llegó tarde. No soy ninguna amarra perros”, explicó Castro.

Morales preocupada por la situación, ya que su colega no le devolvía las llamadas ni le respondía los mensajes, fue a Repuestos Gigante. “Ahí me dijeron que Keilyn fue a cobrar la plata, con una factura de ella y otra mía”.

Morales asegura que ellas eran amigas y que salían juntas, por eso dejó pasar tanto tiempo, para no lesionar la amistad.

“Lo peor fue la mentira. No es el monto, es la acción lo que me tiene molesta”, asegura.

Keilyn por su lado responde. “Amiga mi mamá”.