Alexander Aguilar
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Con la palabra justicia podría resumirse el resultado de 1-1 que sacaron anoche Alajuelense y Santos en un juego de pocos destellos de buen fútbol.

La Liga tuvo que sufrir para desbaratar un 0-0 inmenso con el gol de Jeancarlos Solórzano al 79, pero la alegría manuda solo duró cinco minutos tras el empate, al 84, de Kevin Fajardo.

A los rojinegros les costó en demasía sacudirse del planteamiento táctico con que llegó Santos al Morera Soto.

Como ha sido la constante en el Torneo de Invierno, los guapileños han dado muestras de tener un plantel muy ordenado sobre todo sin la pelota, lo que comenzó a generarle problemas al aparato ofensivo de la Liga, que de por sí no es agresivo ni constante en el área rival.

Le faltó picardía y determinación a los puntas locales Jeancarlos Solórzano y Argenis Fernández, quienes en la primera parte pasaron lejos del gol y no llegaron a inquietar al portero santista Iván García.

Fue más bien el Santos el que se acercó más al gol en la inicial, pero le faltó contundencia en la pegada para haber abierto el marcador.

En el complemento el panorama no dio un giro considerable y como suele suceder, si nada cambia... nada cambia. El partido mantuvo similar camino que en el primer tiempo. Dos equipos con intenciones de querer sorprender, pero con poca fortaleza como para hacer daño.

A la Liga le dolió enfrentar el orden guapileño, sin grietas, seguro atrás, bien en el pie a pie con la pelota y con sentido en su esquema general. Un cuadro que sabe a lo que juega y que no le gusta romper su estilo. La mano de Óscar Ramírez se siente en Santos y no por casualidad ha perdido solo dos juegos en once presentaciones en el certamen.

Y pese a perder a Kraesher Mooke al minuto 58 por expulsión, los visitantes no perdieron su Norte.

El partido ya entraba en etapa de madurez sin las cosas claras para uno u otro. Por eso las variantes no se hicieron esperar en el técnico manudo Marco Octavio de Cerqueira, primero con el ingreso del volante Diego Estrada y luego con la llegada de Marco Ureña, pero anoche Alajuelense fue nada de nada. No encendió las luces y el empate fue justo.