Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

Caminar entre dragones y jardines secos, entre esferas o elementos de agua. Paradas de buses a lo Feng Shui, una calle en zigzag, budas, restaurantes, supermercados chinos.

Todo es parte del gran proyecto de la Municipalidad de San José de convertir 400 metros del Paseo de los Estudiantes en el Barrio Chino.

Dos arcos adornarían las calles de dicha miniciudad. Uno, 50 metros al sur de la Iglesia La Soledad, y el de salida, en el lugar conocido como los Mercaditos.

Tendría calles de baldosas de concreto y la mayoría de la iluminación con esferas o faroles con detalles de la cultura china.

No se extrañe de ver una fuente, colores fuertes como el amarillo para representar el fuego o bancas para descansar.

El lugar no es escogido al azar. Un estudio técnico del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) determinó que era el mejor sitio, pues también se analizaron otras calles como la 7 y la 9.

Pero ya el lugar, de por sí, tiene ese acento oriental. Proliferan negocios de venta de artículos relacionados con elementos del Feng Shui (filosofía y modo de ver el mundo), ya existen supermercados y restaurantes y sus dueños se muestran deseosos de ver el proyecto hecho una realidad.

José Rafael Sánchez Ching, dueño del restaurante “Kio Kom”, es uno de ellos.

“Estoy feliz por el Barrio Chino. Espero que pongan por este lado algo más llamativo, estas aceras están muy feas, se ve como muy apagado”, dijo.

Pero el barrio de hoy no es el mismo al que se pretende crear. Ahora se nota que es San José. Las calles y aceras lucen deterioradas, y el paso de buses y transporte particular la asemejan a cualquier otra avenida de la capital.

A Beijing

Según el ingeniero encargado del proyecto, Mariano Umaña, aún no existen los planos o un croquis de la miniciudad, pero ya poseen algunas ideas generales para incorporarlas a las vías públicas del Paseo de los Estudiantes.

Para ello, irá, del 28 de noviembre al 23 diciembre, junto al ingeniero Royé Álvarez a China. Allí observarán el paisajismo, la arquitectura y recibirán una asesoría del ingeniero de la alcaldía de Beijing.

“Hay una pasantía de ingeniería urbana, que se puede plasmar acá. Paralelamente, con el municipio de Beijing se trabajará el aspecto técnico y el soporte de la parte cultural”.

Pero ya tiene claro que el Barrio Chino, además de los arcos de entrada y salida, que serían traídos de China, tendrá una curvatura a manera de zigzag para que circulen los vehículos de transporte público, únicos que podrán pasar por el lugar.

En los espacios libres y públicos que queden a la vereda de la calle es donde pretenden incorporar esos elementos de la cultura china, para hacerlos semejantes a una población de ese país .

Los transeúntes podrán disfrutar de algunos espacios de comida china, podrán comprar en supermercados, ver paradas de buses al estilo chino o esculturas de dragones, serpientes, cerdos, grandes esferas luminarias, etc.

A lo ancho

La perspectiva es que los 400 metros iniciales se expandan, por iniciativa privada, de forma horizontal y vertical, para empezar a generar un atractivo turístico y comercial en esa zona.

Algunos costarricenses, sin embargo, dicen que el plan no tendrá consecuencias positivas ni negativas. “Eso solo es para ellos, los beneficiará a ellos”, dijo Fernando Navarro, chancero de la zona.

Lo que sí se empieza a notar, según los comerciantes orientales, es el aumento en el costo de las propiedades, pues muchos están interesados en adquirir locales para establecer algún negocio.

Otros toparon con la suerte de contar con una estructura en el momento oportuno y ya empiezan a desarrollar un negocio con grandes expectativas.

“Vamos a vender comida china y japonesa, pero también de otros lugares de Asia, como Tailandia, Indonesia y otros y estará abierto al público”, adelantó Fernando Fung.

El restaurante manejará el concepto de una bandeja en el centro de la mesa, giratoria, donde se prepara el alimento y los comensales se sirven de una vez.

De momento, el cartel de licitación para las empresas interesadas estará listo entre enero y febrero del 2010. La construcción tardará unos seis meses, pero las apelaciones podrían atrasarla, según Ureña. Hasta entonces, no sabremos cómo “pinta el Barrio Chino”.

Ansiosos

Jennifer Azofeifa.

Jennifer Azofeifa, administradora.

Creo que el comercio se va a incrementar y además, sería bueno para que arreglen la calle que está muy mal”.

Kenneth Chu, comerciante.

Estoy muy feliz, es muy lindo que pongan un Barrio Chino en esta zona. Traerá más gente por estos lugares”.

Marvin Uvera, cocinero.

José R. Sánchez.

Negocios como restaurantes se pueden beneficiar mucho porque la afluencia de personas aumentará”.

José Rafael Sánchez, restaurante.

Es muy bueno que pongan un barrio de esos aquí. Habrá muchos negocios y gente, y eso es algo beneficioso.

Fernando Navarro, chancero.

Eso es como para los chinos nada más. Algo recogerá uno de la gente que viene, pero no tengo grandes expectativas”.