Yensy Aguilar Arroyo
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Un total de 20 hospitales de la CCSS, entre ellos el San Juan de Dios, el Tony Facio de Limón y el Nacional de Niños, no tratan sus aguas antes de verterlas, según una denuncia hecha por la Academia Nacional de Medicina (Acanamed).

Charles Gourzong, médico miembro de la entidad, manifestó que estas aguas que se lanzan a los ríos sin previo tratamiento no son ordinarias, pues los peligros tóxicos que se generan viajan por toda el Área Metropolitana a través de los afluentes del río Grande de Tárcoles y desembocan en el Golfo de Nicoya, incrementando aún más su contaminación.

“Las autoridades de la CCSS no están haciendo los esfuerzos, ni las inversiones necesarias para frenar paulatinamente el mayor problema de contaminación que tiene el país, que ya está afectando la salud de cantidad de ciudadanos que viven en la orilla de los ríos, en las costas o consumen mariscos provenientes del Golfo de Nicoya”, manifestó.

Al respecto, Jorge Granados, director de la Dirección de Arquitectura e Ingeniería de la CCSS, dijo que la institución está trabajando en la planta de tratamiento de aguas residuales de los hospitales de Los Chiles y Carlos Luis Valverde Vega en San Ramón.

Además, Danilo Monge, director de la Unidad de Proyectos del hospital Calderón Guardia, explicó que se han invertido cerca de $750 mil en la planta de tratamiento de aguas residuales y pluviales del Hospital México en el 2006.

Puntos varios

Ante la denuncia planteada, la CCSS afirma que en este año se han invertido ¢1.200 millones en proyectos de tratamiento de aguas residuales.

Algunos de los desechos que caen a los ríos son yodo, anestésicos, detergentes, medios de contraste de los análisis de Rayos X y alcohol.

Algunos hospitales que sí tratan sus aguas son el San Rafael de Alajuela, el Escalante Pradilla de Pérez Zeledón y el de Guápiles.