Patricia Recio G.
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En San Antonio de Desamparados la “mudada” del muñeco es todo un ritual que los pobladores año con año no se quieren perder por nada del mundo.

El acto de pintar y retocar sus atuendos se ha convertido en una fiesta cívica que se celebra con mascarada y cimarrona.

Luis Carlos Cordero, lleva diez años a cargo de esa labor y asegura que espera seguirlo haciendo por muchos años más.

La popular imagen que llegó al país en el año 1800, es uno de los miembros más queridos de la comunidad y muchos dicen que no permitirían que lo quiten de ahí.

¿Por qué tomó la iniciativa de pintar al “Muñeco”?

Yo lo hago desde hace unos diez años, antes se contrataba a alguien para que le diera mantenimiento, pero un día con dos amigos, Jorge Zúñiga y Mauricio Naranjo, formábamos parte del grupo de Rescate de Valores de la comunidad y decidimos pintarlo nosotros.

¿En qué fecha realizan la pintada del muñeco?

En junio, cuando se celebran las fiestas patronales, al muñeco lo mudamos una semana antes.

¿Quién escoge los colores que le ponen en la ropa?

Todo el pueblo participa haciendo sugerencias, siempre tratamos de ponerle colores distintos que no se relacionen ni con política ni con equipos de fútbol.

¿El otro año cómo va a ser?

Aún no lo hemos pensado, en el Mundial pasado le pusimos la camisa de la “Sele”, esta vez queríamos hacer lo mismo pero ya no se pudo... (En broma) Será ponerle la de Uruguay.

¿Quién le da los materiales?

Todos en el pueblo ponen un poco, el año pasado un señor me regaló toda la pintura.

¿La gente participa en la pintada del “Muñeco”?

Claro, ya es toda una fiesta, desde muy temprano la gente llega, hay cimarronas y mascaradas y todos quieren pasarle por lo menos un brochazo.

¿Cuál es la parte más difícil de pintar?

La cara, porque tiene que hacerse con mucho cuidado para que se mantengan todas sus facciones.

¿Cómo llegó a San Antonio?

Dicen que ese muñeco vino de Francia con otros cuatro, de distintas profesiones; él es un herrero, había un panadero, un pintor y un carnicero, dos de ellos los fundieron y otro vive en un taller en Curridabat. Llegaron en 1800 a Puntarenas y los mandaron a San José, de ahí empezaron a deambular hasta que éste llegó aquí y lo hicieron una figura del pueblo.

¿Qué historias hay alrededor de este muñeco?

Dicen que una vez un borracho pasó y lo saludó y como el muñeco no le contestó le pegó un puñetazo y se quebró la mano, porque es de hierro puro. También cuentan que una vez un toro lo agarró a cornadas y se desnucó.

¿Se lo han intentado robar?

Antes la gente de Patarrá se lo llevaba a cada rato, pero la gente de aquí lo iba a recuperar, hasta que se le hizo la base de cemento.

¿Tiene planeado hacerle algún mantenimiento?

Sí, nos dijeron que el “Muñeco” está dañado por dentro, por eso es necesario restaurarlo para que siga con nosotros, también me gustaría hacerle algo bien bonito donde él está, como una fuente o algo así para que no esté ahí “pelado”.

Dedicado

Luis Carlos Cordero.

Edad: 31 años.

Dato: Profesor de Educación Física en Cedes Don Bosco y además miembro de una mascarada de San Antonio de Desamparados. Sueña con mejorar el espacio donde vive el “Muñeco”.