La peor tragedia vial del año dejó el jueves anterior cinco personas muertas y al menos 33 heridas al caer un bus repleto de pasajeros al cauce del río Grande de Tárcoles, tras colapsar el puente de hamaca en el límite entre Orotina y Turrubares.
Escenas de terror entre los ocupantes que trataban desesperados de salir y salvarse, se vivieron en los minutos siguientes a la caída del bus .
“Hubo terror: la gente gritaba y pedía que la sacaran, pero era difícil porque todos estaban encima unos de otros”, contó Priscila Castro Benavides, de 28 años, sobreviviente. Ella gritaba impotente por su hija de tres años.
El suceso ocurrió a las 6 a.m. en un puente ubicado seis kilómetros al suroeste de Orotina, paso principal hacia Turrubares y Puriscal.
Al desplomarse el puente, el bus había partido de Turrubares rumbo a Orotina, adonde debía llegar a las 7 a.m.
El camión iba ocupado por trabajadores, estudiantes y vecinos que acudían a citas médicas o a hacer mandados a Orotina, San Mateo y hasta San José.
Nuevo puente engavetado
Los planos finales y especificaciones de la estructura de lo que sería el nuevo puente sobre el río Grande de Tárcoles estaban listos desde noviembre del 2003, según una carta que envió, en febrero del 2008, el director de ingeniería del Conavi, Johnny Barth, al viceministro del MOPT, Pedro Castro.
Además, también estaban listos los planos de lo que serían los accesos y las áreas requeridas para la construcción del nuevo paso entre Turrubares y Orotina.
Alberto Salom, jefe de fracción del PAC, explicó que en la carta, el Director de Ingeniería del Conavi indicó que no existía asignación presupuestaria para amparar el inicio de la licitación para la construcción de esta obra.
“Lo único que faltaba una decisión de la Ministra para iniciar el proceso licitatorio. No se puede alegar falta de recursos, hace más de dos meses aprobamos en la Asamblea un empréstito por $850 millones que la ministra González insistió que era para proyectos de obra pública”, dijo Salom.
El puente que colapsó el jueves fue por la ruptura de unos cables tensores ubicados en la margen izquierda de la estructura.
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