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Algunos vecinos de acercaban ayer a la casa a ofrecerle las condolencias a la viuda. M. Bertozzi.
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David Arroyo, quien lo llevó al hospital, horas después, lavaba la sangre de la microbús. M. Bertozzi.
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Unos vecinos dan consuelo a la hija del pulpero. Marcela Bertozzi.
Rodolfo Martín
rmartin@aldia.co.cr
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Un comerciante murió minutos después de ingresar a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital México, adonde llegó procedente de La Carpio con tres balazos en el tórax, tras haber sido interceptado para asaltarlo y robarle ¢10 mil con los cuales iba a comprar el pan para abastecer su pulpería, informó José Molina, supervisor de la Fuerza Pública.
La víctima, Wálter Ramón Carmona Novoa, de 47 años, era el segundo de ocho hermanos, cinco varones y tres mujeres, todos oriundos de Ciudad Neily.
Un hombre de apellido Valle, quien había ingresado minutos antes al mismo centro médico con un balazo en el tórax y otro en la mano izquierda, aparece como sospechoso.
Al parecer, él junto con un cómplice, fueron los que interceptaron al pulpero para asaltarlo.
Wálter, conocido como “Gato”, sacó su revolver 38 y se defendió, agregó el oficial Molina.
“Los domingos, usualmente, nos levantamos a las 6 a.m. pero hoy (ayer para los lectores), lo hicimos antes porque mi marido quería salir temprano de sus ocupaciones porque lo habían invitado a un partido de fútbol en la cancha de La Uruca”, recordó ayer Josith Pimentel, su mujer desde hace 15 años.
Wálter tenía que recoger el pan para los clientes de su pulpería a un kilómetro de distancia. En un inicio, quiso ir en el microbús de la familia, pero recordó que tenía un desperfecto de frenos por lo que buscó su bicicleta, pero la encontró con una llanta ponchada, agregó doña Josith.
Ante esto, tuvo que ir a pie.
Al parecer, fue interceptado cuando llegaba a su destino.
Ahí forcejeó con los asaltantes y, tras salir herido corrió hasta caer mortalmente en un caño, precisamente frente a la casa de su hermana Ingrid, sobre la calle central de La Carpio.
Ella salió al despertarse con el alboroto, sin saber que se trataba de su hermano. Su esposo, David Arroyo, lo llevó al hospital.
La víctima
Wálter Carmona
Edad: 47 años
Consternados
Josith Pimentel, compañera.
Él fue siempre muy trabajador. Aquí llegamos cuando había que traer el agua y nos alumbrábamos con candelas”.
David Arroyo, cuñado.
¡Viera como se me hizo eterno el trayecto de aquí al hospital!. Lo propio hubiera sido que lo llevara una ambulancia”.
Margarita Solís, vecina.
Venía corriendo por la acera con los brazos en alto pidiendo que lo auxiliaran. Al fondo, se escuchaban los balazos”.
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