Esteban Valverde, colaborador
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“Me quedo con esa alegría, de que me vio hacer las cosas bien, en el equipo, y ahora que lo tenga el Señor en su santa gloria”, expresó el jugador José Sánchez.

Ese consuelo de saber que su padre falleció viéndolo jugar es la gran motivación que tiene el florense para enfrentar tan duro momento como lo es la inesperada muerte de su papá, Rodolfo Sánchez.

La unión de José con su padre era tal que este lo acompañaba a todos los partidos. El domingo ante la “U” no fue la excepción, sin saber que sería la última vez que lo vería jugar.

“Fue muy impactante, porque yo estaba en el medio tiempo, el profesor me llama, me dice que me tiene que sacar porque mi papá sufrió un accidente, que lo estaban atendiendo”, detalló el rojiamarillo.

Como una persona dedicada, esforzada, que siempre buscó lo mejor para su familia y que le inculcó su pasión por el fútbol desde niño, describió José a su padre.

“Desde los cuatro años el me empezó a enseñar a jugar, él fue el que me llevó a la UCR a jugar con la escuela de fútbol”, recordó el joven volante.

José Sánchez relató que su padre luchó bastante contra la muerte, sufrió varios paros camino al hospital. De hecho, minutos después de que le notificaron su muerte, le volvieron los signos vitales, pero no resistió la instalación de un cáteter (sonda).

Rodolfo Sánchez era taxista, tenía 56 años y según el jugador contaba con una excelente salud.

El jugador recordó que su padre le mencionó que le dolía la cabeza cuando lo fue a dejar al estadio pero no le dio mayor importancia.

Sus honras fúnebres se realizaron ayer a las 2:00 p.m. en la Iglesia de Concepción de Tres Ríos.

“Hay que seguir adelante, yo sé que él desde arriba va a estar apoyándome en todo lo que yo haga”, concluyó conmovido el jugador florense.

Lo dijo

Hay que seguir adelante, yo se que él desde arriba va a estar apoyándome en todo lo que yo haga”

José Sánchez, volante del Herediano