Carlos Láscarez S.
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Jiménez - Dos hermanos de 2 y 4 años murieron calcinados ayer en la casa donde estaban solos, ya que su madre había salido a dejar a su otra hija de 6 años a la escuela unidocente de El Congo.

La tragedia se registró a las 8:30 a.m., en Bajo Congo de Tucurrique, cerca de la planta hidroeléctrica del mismo nombre.

Sin embargo, no fue hasta las 9:58 a.m. que los bomberos de Juan Viñas fueron alertados del siniestro, que según testigos, consumió la casa en minutos.

Al arribo de los bomberos encontraron los cuerpos de los hermanos boca abajo y a un metro de la puerta principal. Controlaron las llamas a las 10:47 a.m., tras 27 minutos de intenso trabajo.

Los bomberos no descartaron la posibilidad de que la emergencia se suscitara porque los niños jugaban con fósforos o con un encendedor dentro de un cuarto de la casa de 57 metros cuadrados.

Hortensia Brenes, madre de las víctimas, había salido de su casa junto a su pequeña de 6 años y una bebé de un mes de nacida.

Horas antes, la madre compró unas sardinas en una pulpería, con las que tenía planeado hacer el almuerzo para ella y su esposo Marvin Aguilar, quien laboraba como cada lunes en la corta de banano en la finca de Óscar Fallas.

El resto de días trabaja junto a otros peones en la siembra de pejibaye, cacao y banano. La familia indígena es oriunda de Grano de Oro de Turrialba y tenían poco más de ocho meses de estar allí.

Kattia Montoya Fernández, directora de la escuela unidocente, afirmó que la niña de 6 años se llevaba muy bien con sus hermanos y que estaba muy contenta por el nacimiento de la nueva bebé.

Agregó que la madre parió sola en su casa y que ella misma se cortó el cordón umbilical, debido a que no pudo dar aviso a tiempo.

“No los pude salvar”

Tras ser atendidos en el Ebais de Tucurrique, los esposos regresaron hasta la casa de un hermano cerca del sitio, donde afirmaron que no saben cómo seguir de ahora en adelante.

“Estaba trabajando y nunca imaginé que fuera la casa. No pude salvarlos porque había demasiado fuego. Fue muy duro verlos ahí”, afirmó el padre. Su esposa dijo que lo último que recuerda fue cuando los dejó en la casa, pero no pudo hablar ya que lucía nerviosa y en “shock”.

Los padres recordaron a los niños como cariñosos y especiales, a quienes les gustaba jugar bola.

El vecino Noe Irola dijo que cuando llegó la casa estaba envuelta en llamas y que no escuchó a ninguno pidiendo auxilio.

“Cuando el papá llegó el techo se desplomó. Tenían varios meses de laborar acá”, comentó Irola.

Lucrecia Alvarado, de la Policía de Paraíso, dijo que al parecer uno de los niños intentó salir. Los cuerpos fueron levantados por el OIJ de Turrialba tras la autorización de la fiscal Olga Velásquez.

Luto y dolor

Erick Quesada.

Erick Quesada Ortíz, bombero.

“Cuando llegamos la casa estaba consumida. Estaban separados como a un metro. Al llegar la madre no estaba”.

Kattia Montoya, directora de escuela.

“La madre siempre dice que quiere que su hija de 6 años estudie. Ella solía hacer el recorrido hasta la escuela siempre a pie”.