Isaac Lobo
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Gustavo Peláez nunca olvidará el viaje que hizo a Nicaragua en Semana Santa, no por las bellezas que vio allá, sino porque la pasó muy mal.

Lo que en un principio estaba planeado para que fuera un descanso y conocer las ciudades de Granada, Masaya y Managua, se convirtió en una pesadilla.

Tanto él como su esposa, su hija y 52 ticos más quedaron botados allá por un empresario turístico de apellido Tristán. Por eso tuvieron que pagar una noche en el hotel Barceló y correr con los gastos de regreso.

“Nos estafaron, tengo mucho coraje y no quiero que esto le vuelva a ocurrir a nadie, de hecho contratamos un abogado y pusimos en conjunto la denuncia ante los tribunales de justicia”, aseguró el locutor de Los 40 Principales.

Se intentó conocer la versión del empresario, pero no contestó su celular, los teléfonos de la oficina ni los correos electrónicos enviados por Al Día.

Todo empezó hace tres semanas, cuando el locutor vio un anuncio publicado en un diario de circulación nacional, el cual ofrecía un atractivo paquete turístico a Nicaragua.

Envió un correo y la empresa le devolvió otro con el itinerario y los precios (el cual Al Día tiene en su poder).

Ahí se especifica que el dinero se debía depositar en la cuenta de la esposa del empresario.

“A mí eso no me gustó porque me sonaba raro, lo llamé y él me juró que todo era legal y que si desconfiaba llamara al Eco Católico ”, manifestó.

“Lo hice y me hablaron maravillas de él”, añadió.

La recepcionista de esa publicación católica, María Eugenia Oviedo, aseguró que efectivamente las personas llamaban.

“La gente de la excursión pedía referencias aquí, pero yo se las comunicaba al director del Eco, el periodista Martín Rodríguez”, explicó Oviedo.

Se intentó hablar con Rodríguez, pero no se encontraba en la oficina y se le dejaron mensajes.

En el correo se especificaba que saldrían el martes 30 de marzo a la medianoche del Max X Menos (Sabana) y el regreso sería el sábado 3 de abril a las 8 p.m.

“Antes de salir de viaje el tipo dijo que como había mucha gente en la frontera, el regreso ya no sería sábado, sino viernes. Algunos lo aceptaron pero la mayoría no, pues ya habíamos pagado. Yo por ejemplo $700”, manifestó.

“Una vez en Nicaragua le seguimos reclamando, pero él desapareció. Luego el Barceló nos dijo que él había pagado con tarjetas robadas y hasta el viernes 2 de abril. Nosotros tuvimos que cancelar una noche y regresar por nuestros propios medios”, anotó Peláez.