Hugo Solano
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El presidente de la República, Óscar Arias, dijo ayer, después del Consejo de Gobierno, que las relaciones sexuales son una necesidad, como comer o dormir y sostuvo que va contra la naturaleza humana prohibirle a los sacerdotes que puedan tener relaciones sexuales”.

“Yo soy un convencido de que hay que terminar con el celibato... Posiblemente, yo me muera y todo siga igual. La Iglesia tiene más de 2.000 años, de tal manera, que todavía queda tiempo para que corrijan ese error”.

Según Arias, cuando terminen con el celibato, la Iglesia tendrá que rectificar.

En representación de la Conferencia Episcopal, el presbítero Mauricio Granados, dijo que el ser humano nunca puede ser reducido a la dimensión física, como los animales.

Sostuvo que es un ser con cuerpo y alma cuyo raciocinio le permite hacer uso de la libertad.

“Para entender el celibato, se debe entender la naturaleza del ser humano que no es sólo un ser físico”, acotó Granados.

A su juicio, la decisión de no casarse, o sea, de permanecer célibes, se enmarca dentro de la misma enseñanza de Jesús que habló a sus discípulos del celibato por el Reino de Dios, por lo que considera que es una opción de vida valedera desde la Palabra y asumida por la Iglesia desde hace siglos.

Arias también insistió en que está a favor de un proyecto de ley que daría reconocimiento legal a las parejas del mismo sexo.

En torno a esa iniciativa no hay acuerdo entre los diputados actuales y tampoco figura entre los temas prioritarios de los futuros jefes de fracción.

De frente

Óscar Arias Sánchez, Presidente.

Me parece que no debe posponerse la discusión en la Asamblea (sobre el reconocimiento legal a parejas gais)”.

Mauricio Granados, Presbítero.

El celibato es un signo valioso del Reino de Dios y es tan honorable como el matrimonio. El mismo Cristo fue célibe y el apóstol Pablo lo recomienda”.