Carlos Hernández, corresponsal GN y Rodolfo Martín
rmartin@aldia.co.cr

         

San Carlos, Alajuela.- Un problema de amnesia temporal martilla el alma de Isabel del Rosario Orozco Gripin, la joven madre nicaragüense apuñalada instantes previos a perder contacto con su hija de tres años, quien apareció al día siguiente degollada mientras ella se debatía entre la vida y la muerte.

“Lloraba mucho. Me tiré del “pickup” rápido con mi niña en brazos. Intenté cruzar la calle para huir y después ya no me acuerdo de nada. Luego desperté en el hospital México preguntando por mi chiquita y nadie me daba razón de ella. Hoy, ni siquiera recuerdo quién ni cómo me la arrebató”, expresó ayer Isabel con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos.

Estas fueron sus primeras palabras tras estar 33 días hospitalizada mientras convalecía de las “heridas físicas” porque las del “alma” jamás sanarán, dijo.

El OIJ le achaca el hecho a un hombre de apellido Rodríguez a quien hoy, precisamente, el Ministerio Público pedirá ampliarle la prisión preventiva, confirmó ayer el fiscal Leonardo Pereira.

Imborrable mañana

Isabel salió con su hijita la mañana del 7 de marzo, de su casa en el barrio de La Tesalia, hacia Ciudad Quesada con la idea de comprarle una ropita.

Habían caminado un kilómetro cuando apareció Rodríguez quien ofreció llevarlas.

“Acepté porque aún me faltaba otro kilómetro para llegar a la parada del bus y, porque al señor lo había visto una vez. “Nunca antes habíamos cruzado palabra alguna”, afirmó la joven de 24 años, oriunda de Nueva Guinea.

Subió y se sentó en el asiento trasero.

Al parecer, un minuto después, Rodríguez le habría lanzado dos puñetazos sin motivo.

Isabel gritó, quiso bajarse, pero él sacó un puñal y amenazó con matarlas a las dos.

“Me tiré del carro con la chiquita intenté cruzar la calle para huir y después no recuerdo nada”, enfatizó.

Ella dejó el centro médico y fue remitida al hospital de San Carlos donde supo la terrible verdad.

“¡Me sentí destrozada, tenía la fe de que mi bebé viviera!”.

En ese momento, intentó acordarse de lo sucedido pero, al igual que hoy, no recuerda nada y esto la hace sentirse peor.