Esteban Valverde
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Diego Madrigal, jugador de la Universidad de Costa Rica, nunca pensó que cuando se trasladó a estudiar a San José, lograría ver su sueño realizado: convertirse en futbolista.

Abandonar a sus padres significó algo complicado para el joven, pero esto le dio pie a la independencia que él asegura que necesita para lograr sus metas.

Madrigal es nativo de Turrubares y desde pequeño sentía el fútbol en la sangre, debido a la influencia de su padre, Eliécer Madrigal.

“Es curioso, aunque siempre he querido ser futbolista, mis padres siempre me inculcaron estudiar y en mi caso el estudio me llevó al fútbol”.

El jugador estudia Administración Pública en la Universidad de Costa Rica, carrera que le abrió el camino del deporte.

“Estando en la ‘U’, se empezó a formar el equipo para juegos estudiantiles, yo me metí y por dicha me llevaron al de primera división”.

Diego siempre ha considerado el estudio su prioridad, por lo que tuvo que saber dividir el tiempo entre su pasión y las labores académicas.

“Es complicado porque en ocasiones uno no puede entrenar debido a las clases o viceversa”.

Amante de la música romántica y cocinero por obligación, el habilidoso medio campista de la UCR afirmó que su arma trascendental para no descuidar el deporte y el estudio es: la organización.

“Yo me ordeno porque si no, definitivamente no podría salir con las dos obligaciones”, dijo.

El universitario tiene entre sus proyectos ser un alto ejecutivo de alguna institución del estado y además jugar en el exterior.

“Siempre me ha gustado vestir elegante, entonces me gustaría ser un gerente”, comentó entre risas.

Madrigal considera la responsabilidad y la humildad como las bases de su desarrollo.

De cerca

Un artista

Ricardo Arjona.

Otro deporte

El atletismo.

Miedo a

Los insectos y culebras.

Comida preferida

Lasagna de pollo que hace mi mamá.

Pasatiempos

Salir a bailar salsa.

Novia

No tiene