Mauricio Astorga, actor
redaccion@aldia.co.cr
México D.F. Debido a la apertura del Teatro El Triciclo, estuve en Costa Rica por tres meses, en ensayos y labores de producción. Pero estoy en México otra vez.
La sensación es simpática, porque regresé con la mirada fresca, tomando un poco de distancia, casi haciéndome a la idea de que era la primera vez que venía a tierras aztecas.
De entrada, impresiona la magnitud de la Ciudad de México. Hacía unas horas había salido de Alajuela, dejando atrás una ciudad pequeña y ahora me encontraba con la mancha urbana de más de 20 millones de almas.
Si usted ha venido a México, sabe de lo que le hablo. Si nunca lo ha hecho, le cuento: Cuando el avión inicia su descenso, uno comienza a ver la ciudad y piensa que está a punto de aterrizar. Pero la ciudad no termina nunca, el avión sigue volando y uno ve ciudad…y ciudad… y más ciudad. Parece inagotable. La vista no alcanza para divisar donde terminan las edificaciones.
Ya en tierra comencé a disfrutar del "reencuentro" con la cultura mexicana, su acento, sus dichos y su particular forma de ser. Gente alegre, expresiva, conversadora.
En la calle, el paisaje de miles de carros, como un enjambre de avispas, y los puestos de tacos casi en cada esquina.
El taxista, con banderín del América colgado del retrovisor y la música de Vicente Fernández de fondo, me recibe con una sonrisa:
-“Bienvenido joven”.
© 2010. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.