Esteban Cuvardic, editor de Ovación
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Los tres morados expulsados anoche lo merecieron. El árbitro Jeffrey Solís acertó de pleno. Nada que objetar.

Bien la roja directa a Víctor Cordero, por su planchetazo a Mario Camacho. Nos recordó a un jugador holandés en la final del Mundial.

Bien la doble amarilla a Centeno, la segunda por golpear sin balón a Kevin Sancho.

Y bien la roja a Roy el “Flaco” Myers, por reclamar. Pero no había nada que reclamar.

Por otro lado, una crítica a la Liga: su incapacidad para derrotar a un equipo con nueve.