Buenos Aires / DPA. - La selección argentina llegará al Mundial de Sudáfrica como una promesa latente que espera estallar guiada por el técnico Diego Maradona, el mayor ídolo futbolístico del país sudamericano, y su “as de espadas”, el delantero Lionel Messi.

Alcanzar el tricampeonato mundial de la mano del “Diez” es el máximo sueño de la afición argentina, tras las Copas del Mundo de Argentina 78 y México 86.

Los fanáticos saben, no obstante, que el objetivo es ambicioso. El camino a Sudáfrica fue angustiante pese a que Argentina es una potencia, con una cantera de buenos jugadores que Maradona aprovechó prolíficamente en busca de un resultado.

El diseño de la nueva identidad albiceleste para explotar al máximo la potencialidad de las grandes estrellas del fútbol argentino es ahora el desafío de Maradona de cara a su primer Mundial como técnico.

Messi, el defensor Gabriel Heinze y el mediocampista y capitán Javier Mascherano son los pilares inamovibles de la selección maradoniana, que registró innumerables mutaciones desde su asunción en noviembre de 2008.

Muestra de la variedad son los cambios en la portería argentina, por la que pasaron Juan Pablo Carrizo, Mariano Andújar y Sergio Romero, quien parece tener más posibilidades en el puesto.

Y la apelación a dos veteranos del fútbol argentino, Juan Sebastián Verón y Martín Palermo, para organizar el plantel y abrir la posibilidad del gol en situaciones críticas.

Pero todos los ojos están puestos sobre Lionel Messi, la gran estrella del FC Barcelona que no rinde al mismo nivel con la camiseta albiceleste. Maradona le tiene, sin embargo, una fe ciega y asegura que “de a poco se está haciendo dueño del equipo”.

El perfil de Argentina está en plena formación con un técnico - ídolo que no termina de armar un equipo que meta miedo.