Alexander Aguilar
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El guardameta del Cartaginés, Carlos Díaz, reconoce el error que cometió el viernes luego del partido frente a Ramonense, cuando el estadio “Fello” Meza se puso color de hormiga.

Díaz recuerda que cometió un error en la jugada del empate de Ramonense, hacia el final del partido. A raíz de eso, un sector de la afición comenzó a gritarle y hasta su hija Karina, de 17 años, fue parte del incidente.

“Jugué un buen partido, saqué un gol hecho, pero fallé en una y se me vino el estadio encima”, comenta Díaz, quien no olvida la escena que lo sacó de sus casillas, al punto que debió ser controlado por varios compañeros.

“Cuando voy saliendo de la cancha, veo a mi hija llorando y discutiendo y lo peor...me expulsa el árbitro. Estuve mal y me arrepiento, pido disculpas, pero al ver a mi hija llorando y discutiendo, me perdí. Ella se encontraba donde me estaban madreando. Luego ella le dijo a alguien que basta y le dijeron de todo”.

Lo dice

“No está bien lo que hice, no es ejemplo para nadie, pero jamás voy a permitir que traten mal a un hijo”

Carlos Díaz, portero del Cartaginés