Rodolfo Martín
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A más de 400 kilómetros de distancia y, por separado, fueron sepultados ayer Yamil José López y Melina de los Ángeles Montero, los esposos fallecidos el sábado en la madrugada con sus tres hijos en la urbanización Kurú, en Purral de Goicoechea.

En las honras fúnebres de ambos se presentaron duras escenas de dolor de familiares, amigos y vecinos.

El entierro de Yamil tuvo lugar a las 10 a.m. en el cementerio de Masaya, Nicaragua, su ciudad de origen; en tanto que Melina, las dos chiquitas y el recién nacido, fueron sepultados dos horas más tarde en Guadalupe.

“El padre de Yamil, Jaime Saavedra, viajó desde Nicaragua para reclamar y llevarse el cuerpo de su hijo”, precisó ayer Marta Javiera López.

“Hoy Yamil cumpliría 32 años y, sin embargo, lo estamos enterrando”, recalcó ayer la pariente quien, junto a su madre Mercedes del Carmen Saavedra, eran los únicos familiares que Yamil tenía en Costa Rica.

Marta Javiera ignora por qué en el pasaporte de Yamil aparece que cumple años el 2 de febrero cuando la familia, siempre se lo festejó el día 8.

Era el menor de dos hermanos y, últimamente, incursionaba en el sector ferretero.

Yamil tenía varios años de trabajar para la ferretería El Progreso, negocio que había comprado recientemente con un dinero que le había prestado una prima de su esposa, dijo Marta Javiera.

Melina, presuntamente, habría envenenado primero a su esposo, luego a los niños para luego quitarse la vida, según la hipótesis policial. Ella, al parecer, habría usado un tóxico.

Sin consuelo

José L. Ramírez, vecino.

A criterio del vecindario era una gente increíble, especialmente Yamil, capaz de cualquier sacrifico por sus hijos”.

Lindsey Córdoba, prima.

Éramos como hermanas. Hace como 22 días estuvimos departiendo y todo transcurrió con normalidad”.