Miguel Calderón Suárez
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Su rostro refleja preocupación, angustia y temor. Ganas de olvidar y empezar de nuevo.

Hugo Núñez recuerda con amargura y aflicción los minutos de horror que vivió cuando por un disparo, uno de tres asaltantes falleció dentro de su negocio.

“Viví uno de los peores momentos de mi vida”, afirma.

Eran las 5:38 p.m. del pasado miércoles. El propietario estaba en la caja de la farmacia cuando tres hombres ingresaron y pidieron unas pastillas.

De ahí sólo recuerda que dos de los tipos sacaron sus armas y encañonaron a los empleados. Él, de pronto, se salió del mostrador y en un acto de valentía por defenderlos, forcejeó sorpresivamente con uno de los antisociales.

“Traté de desarmarlo, pero en medio de la disputa, el arma del muchacho se disparó en dirección a la mejilla izquierda del joven”, aseguró.

Comenta que el instante del balazo es el peor recuerdo que tiene de ese momento.

“Uno no piensa si es de día o de noche, sólo actúa”, expresa. “Ver a ese hombre lleno de sangre con un balazo en la mejilla, es algo que jamás había visto en mi vida. Por más que trato, no me puedo borrar esa imagen de la mente”, manifiesta el comerciante, quien vive en Pavas.

Ayer la farmacia Zapote abrió con toda normalidad, pese al miedo e intranquilidad que viven sus trabajadores y algunos clientes.

Núñez no piensa en trasladar el negocio a otro sitio, pero sí reforzará la seguridad, aunque aún no define si pondrá cámaras o contratará un guarda más para su comercio.

Agregó que con el intento de robo del miércoles, es la quinta vez en dos años que los delincuentes irrumpen en su local.

“No es justo que en cuestión de segundos unos hombres te quiten la paz y te marquen la vida para siempre. Si bien es cierto que el joven era un maleante, también era un ser humano”, exclama el señor. Ayer las autoridades le seguían la pista a los otros dos asaltantes que participaron en el atraco, los cuales, según Fuerza Pública, huyeron hacia el sector donde se realizan las tradicionales fiestas del distrito.

En el lugar de los hechos falleció Guillermo Enrique Araya Rodríguez, de 20 años, que según trascendió era vecino de Aguacaliente de Cartago.

No es primera vez que un asaltante fallece en el centro comercial donde murió el miércoles Araya. En noviembre del 2007, el supuesto ladrón Ronny Isaac Santamaría perdió la vida luego de enfrentarse a balazos con el “guachimán” Juan Carlos Solís, quien en ese momento, frustró un asalto a una clínica privada.