Ciudad del Cabo, Sudáfrica/AFP.- El volante de Alemania Bastian Schweinsteiger, figura en la goleada 4-0 ante Argentina por los cuartos de final del Mundial, se disfrazó de Michael Ballack distribuyendo juego y dando dos asistencias, mostrándole a Diego Maradona que no estaba nervioso.

Origen de dos de los tres goles germanos, primero con un centro envenenado para la apertura del marcador de cabeza por parte de Thomas Müller al minuto tres y luego con un desborde y centro de la muerte para Arne Friedrich al 74, el centrocampista del Bayern Múnich se erigió en el hombre clave de los alemanes.

“Es muy impresionante lo que hemos logrado, estuvimos perfectos en el plano táctico”, analizó. En duda en la víspera del partido por un boleto a semifinales ante Argentina, al igual que en los octavos frente a Inglaterra, Schweinsteiger dijo presente y calló a Maradona, quien le había preguntado antes del duelo si estaba “nervioso”, por unas declaraciones del volante.

“Los argentinos son irrespetuosos en el campo”, había dicho el centrocampista, poniendo un poco de pimienta. Maradona, respondió, y los líderes de la “Mannschaft” salieron a defenderlo.

Poniendo pie fuerte en cada pelota dividida contra Javier Mascherano y lanzando los ataques mortales de la joven y veloz selección alemana, Schweinsteiger demostró que es un jugador polivalente, con coraje y fuerza, capaz de cubrir el rol de Ballack y convertirse en el nuevo “Káiser” de todos los Alemania.

Ahora le tocará enfrentar a España, que será un duelo intenso y totalmente europeo.