Johannesburgo, Sudáfrica/AFP.- Con un gol anulado a Paraguay, en la caída 1-0 ante España, en cuartos del Mundial de Sudáfrica.

Un penal pitado por bando y mandado a repetir el de “la Roja”, que lo anotó primero Xavi Alonso y después falló, hace que el árbitro guatemalteco, Carlos Batres, una vez más quedó en el centro de la polémica.

La designación del chapín para arbitrar el duelo entre españoles y guaraníes , ayer en Johannesburgo, había levantado “ampollas” en la previa en Paraguay, que nuevamente se sintió perjudicado, alimentando su mito de enemigo público número uno en tierra guaraní.

Ayer al minuto 38 del duelo jugado en el estadio Ellis Park de Johannesburgo, Édgar Barreto centró al área desde la derecha a Nelson Haedo Valdez, quien controló el balón y batió a Iker Casillas, pero Batres y su asistente determinaron fuera de juego del jugador del cuadro alemán, Borussia Dormund.

Las imágenes muestran que tal vez Santa Cruz estaba unos centímetros adelantado, pero no Valdez.

Después, en el 58, Gerard Piqué tironeó del brazo en el área española a Óscar Cardozo, y Batres no dudó en señalar la pena máxima, que el propio “Tacuara” lanzó a las manos del meta Iker Casillas.

Su designación para este duelo trascendental hizo revivir los fantasmas del Mundial 2002 para la Albirroja, en la que todavía tienen muy presente la eliminación en octavos de final del Mundial de Corea y Japón ante Alemania .