Johannesburgo / DPA. Tras un mes soportando comentarios sobre asuntos del corazón y callando, esta vez Iker Casillas apareció para ayudar decisivamente a España, a situarse en las semifinales del Mundial Sudáfrica 2010.

España venció por 1-0 a Paraguay en los cuartos de final del Mundial, y Casillas se reservó una amplia cuota de protagonismo al parar un penal y realizar otra intervención prodigiosa a escasos minutos del final.

"La actuación de Casillas ha sido salvadora. Ha hecho dos paradas magníficas", resumió el seleccionador, Vicente del Bosque.

No fue una temporada fácil para Casillas. Primero, tuvo que escuchar comentarios sobre su eventual baja forma, luego tuvo que convivir con el debate sobre el portero Víctor Valdés, y finalmente llegaron los comentarios de la relación sentimental que mantiene con Sara Carbonero, periodista que también está en Sudáfrica.

Casillas calló durante todo este tiempo y suprimió entrevistas individuales. Pero, quizá, lo que necesitaba era el silencio para planear la mayor de sus venganzas: una actuación deportiva cumbre ante Paraguay, que llevó a España a situarse entre los cuatro mejores del Mundial, por primera vez en 60 años.

Primero, Casillas detuvo un penal a Cardozo, cuando el partido viajaba igualado sin goles.

"Fue un poco de intuición y un poco de suerte", resumió Casillas, con su modestia habitual.

Y en el tramo postrero, rechazó un tiro de Roque Santa Cruz, una de esas paradas por las que siempre se recordará al arquero del Real Madrid. Colocación, reflejos, intuición.

"Ha demostrado el gran portero que es. Ha sido fundamental en la victoria", añadió Valdés.

Pero fue Andrés Iniesta quien resumió mejor que nadie lo que el arquero representa para sus equipos (Real Madrid y Selección): "Iker siempre está".