Johannesburgo, Sudáfrica/DPA.- Asamoah Gyan aseguró que es fuerte, que se recuperará, pero toda África llora las lágrimas del hombre que tuvo en sus pies el mayor logro futbolístico en la historia del continente.

En el último segundo de la prórroga. Gyan, el goleador ghanés, erró un penal ante Uruguay (1-1) que pudo meter a un equipo africano por primera vez, en las semifinales de un Mundial.

“Con mis características, con mi calidad, creo que puedo llegar lejos”, había asegurado el jugador antes del duelo. “Tengo mucha confianza en mí mismo”.

Deberá conservarla al menos cuatro años si quiere secar en Brasil 2014 las lágrimas de frustración de África. “Sé que me recuperaré de esto”, dijo el delantero.