Isaac Lobo
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Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde: que lo diga Sherk.

El fortachón ogro vivía tranquilo en su casa del pantano y de un momento a otro en el 2001 se convirtió sin quererlo en estrella de cine y en rey.

No solamente gobierna el reino de Muy, Muy Lejano, creado por computadora por los estudios Dreamworks, sino que es el soberano de la taquilla y uno de los personajes más queridos de la pantalla grande.

A pesar de los flashazos, los premios Oscar y la aceptación del público, su vida no ha sido fácil, de hecho se ha comportado como un continuo sube y baja.

Conforme pasan los años empezaron las responsabilidades y las presiones de haber salido del anonimato y convertirse en figura pública, esto le hizo añorar sus tiempos de tranquilidad.

De la tierra a la corona

En su querida ciénaga, Shrek vive con su esposa Fiona, a quien conoció en la primera película cuando era princesa, pero que ahora es un completa ogra.

Una de sus grandes alegrías son sus tres hijos inquietos hijos.

La fama del hombre verde es tal que los curiosos y admiradores lo visitan como si fuera una atracción turística.

Él es feliz, a pesar de haber perdido su privacidad, pero su mundo entró en la rutina de un padre de familia atareado y sin tiempo para sus cosas.

Quienes lo conocen cuentan que sin quererlo cayó en la tentación de pensar que con otra vida sería plenamente dichoso.

Con el éxito también llegaron amistades que no le convenían, como el caso del duende Rumpelstiltskin.

Este le ofreció un trato: le dará un día de su vida como soltero, a cambio de que el Ogro le regale al mago uno como cualquiera de los suyos.

Al aceptar el trato, su mundo se cae. Esta situación fue muy bien retratada en la película “Shrek 4”, en la que el público se puede enterar de todo lo que el ogro verde tuvo que pasar por haber tomado esta mala decisión.

Sus inicios

Quienes los conocieron antes de ser estrella no lo culpan, pues aseguran que Sherk siempre fue una criatura tranquila, solitaria y silenciosa, que disfrutaba de los baños de barro y de hacer velas con la cera de sus orejas.

Es por eso que cuando los personajes de cuentos se instalaron afuera de su hogar huyendo de Lord Farquaad, se molestó y emprendió las famosas aventuras que ya todos conocemos.

Desde que tuvo que enfrentarse a la esposa de su mejor amigo, Burro, la Dragona, Sherk sueña con vivir como antes.

Pero no todo ha sido malo, en el camino conoció a la Princesa Fiona, quien llegó a ser su esposa años después.

Su relación no ha sido del todo buena, se rumora que tuvieron serios problemas, sobre todo cuando en dos ocasiones ella estuvo a punto de casarse con dos pretendientes, Lord Farquaad y el Príncipe Encantador.

A pesar de los dimes y diretes de la prensa rosa, la relación parece estar sólida, aunque en la última película Fiona no parece ser la misma, a tal punto que ni lo reconoce.

Se sabe que en los momentos más difíciles Sherk siempre ha acudido a sus dos grandes amigos, Burro y Gato. Ellos en estos momentos están luchando para que Shrek sepa el valor de lo cotidiano y sobre el secreto de la felicidad.