Roxana Zúñiga Quesada, periodista
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“Trabajar no es agradable, sentenciaba una amiga, tanto que te pagan por ello”. Sí y no. “Laburar”, como diría un argentino, en lo que te gusta es muy bonito y más bien darías dinero para que te dejen hacer la tarea.

Pero realizar una actividad que no te atrae es más desagradable a que te pillen desnudo en el Parque Central.

“El trabajo puede ser un oasis o un infierno, depende especialmente de usted. Lo que cuenta es la actitud que tengamos”, asegura Samuel Arango en el artículo “Cómo pasar bueno en el trabajo”.

Algunos extractos que me llamaron la atención.

“Construya un ambiente alegre y unas relaciones positivas. En ese lugar hay amigos y enemigos. Sepa escoger cada uno de ellos. Vaya más allá de lo que le toca hacer”.

“Cacaree los huevos que pone. No es bueno que no dé a conocer sus logros. De sus errores todo el mundo se entera, también es justo que se enteren de sus aciertos. La humildad no es lo mismo que la bobada”.

“No le tenga miedo al cambio. No se parquee en la rutina. No acepte la frase de que siempre ha sido así”.

“Tome las críticas como lo que son; no las sobrevalore. Si hay algo que ni Dios puede hacer es darle gusto a todo el mundo. Además, la gente siempre critica lo de los demás y no analiza lo propio”.

“Sea sentimental… no crea que en el trabajo hay que ser una piedra… seamos humanos”.