Durban (Sudáfrica). Este Mundial en Sudáfrica ha tenido de todo, bueno, casi de todo.

La primera fecha de cada uno de los equipos nos dejó un sabor pobre, con muchos empates, pocos goles y muy pocas figuras.

El protagonista central fue más el balón (Jabulani) que unos y otros se “tiraban”, para ver de quién es la culpa, si de los delanteros o de los porteros.

Para mí hubo fallos garrafales de los arqueros, como el de Argelia y ni que decir el del pobre Robert Green, de Inglaterra.

Le queda a uno la imagen de un comercial de una empresa de zapatillas deportivas, donde a Rooney no le sale una jugada y él, en su mente, ve cómo la vida se le transforma, por su error.

Así debe de haberle ocurrido al pobre meta inglés. Lo cierto es que hay muy poco que rescatar de esa primera jornada.

Goles buenos, como el del sudafricano Tshabala, de Sudáfrica ante México, y el de Maicon, contra Corea del Norte. Por cierto, éste cuadro asiático me gustó cómo se plantó ante los brasileños.

Lo otro destacable de ese primer turno es la derrota de España, que no solo perdió los tres puntos ante los suizos, sino que se deshizo de ese cartel de favorito, que a la mayoría que se lo ponen, van destinados al fracaso.

Ya en la segunda fecha como que todo ha cambiado, apareció Uruguay y su excelente victoria ante los “Bafana-Bafana”, que los catapulta prácticamente a la segunda fase del torneo.

En ese mismo grupo los aztecas terminaron de despedazar a una Francia desgastada, con un técnico que uno no sabe cómo llegó hasta aquí.

Bueno, sí sé, con una mano (la de Henry a Irlanda), que ésta vez no los pudo ayudar a seguir.

En el grupo B, las cosas también mejoraron, por lo menos para Argentina, que tiene un gran plantel. De lujo. Lástima el técnico que tiene (Maradona), a mí no me llena, pero bueno, ha salido adelante.

En el “C” se vino lo mejor, especialmente en el juego entre Estados Unidos y Eslovenia, el mejor de los que se han disputado (sin contar el Dinamarca - Camerún).

El ritmo que le pusieron esos “gringos” fue fenomenal, qué clase de empuje. Si pensábamos que los robos habían desaparecido en Sudáfrica, nos equivocamos. El árbitro Koman Coulibaly, de Malí, le robó a los de USA.