Freddy Parrales, corresponsal GN
Rodolfo Martín
rmartin@aldia.co.cr

         

Golfito, Puntarenas Una niña de apenas año y seis meses perdió la vida ayer por los golpes y heridas que recibió al ser arrollada por un taxi que, precisamente, había parado su abuelita para pedirle al chofer que, a su regreso, le comprara y le trajera una leche, según lo refirió él mismo.

El incidente ocurrió a la 1 p.m. en la comunidad de La Lucha de Lagarto, en Río Claro de Golfito.

La chiquita fue atropellada por un taxi conducido por un hombre de apellido Badilla.

“Ni ella (la abuela) ni yo nos dimos cuenta de que la niña había salido de la casa y se metió debajo del taxi. Cuando yo eché a andar el carro sentí como si le hubiera pasado por encima a una piedra”, describió consternado Badilla.

Inmediatamente, observó por el retrovisor porque las personas le gritaban y hacían señas. Ahí enfrentó el drama de ver a la niña en el suelo con diferentes golpes.

“La subí al taxi y la llevé al Ebais de a localidad, pero estaba cerrado. Entonces decidimos llevarla al hospital de Ciudad Neily”, agregó.

Alguna persona alertó mediante el número de emergencias 911 y de inmediato se desplazó hacia la zona una unidad de la Cruz Roja.

El socorrista Gerardo Cascante detalló que se toparon al taxi y cuando iba a hacer el transbordo de la pequeña se percataron que estaba sin signos vitales y que ya había fallecido.

“Nos topamos el vehículo de camino, en el sector de la lechería de la Fortuna. Lamentablemente la pequeña ya estaba muerta”, precisó.

Ante esta situación, llamaron al OIJ de Ciudad Neily donde les solicitaron llevar el cuerpo de la menor, agregó el rescatista.

Un juez se encargó de ordenar el respectivo levantamiento del cuerpo de la bebé.

Algunos familiares visiblemente consternados llegaron hasta esa oficina judicial para enterarse de los trámites que deberán atender para reclamar el cuerpo y brindarle sepultura. El día estaba soleado y caluroso.

Sin posibilidad

Delman Bonilla.

Delman Bonilla, Policía.

Cuando fuimos alertados del accidente procedimos a desplazarnos a la zona. La niña murió en el traslado”.

Óscar Vill, Cruzrojista.

Al meter a la niña a la ambulancia le tomé los signos pero ya nada podía hacerse por ella. Exhibía golpes y escoriaciones”.