Esteban Rojas Sáurez
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El expresidente José María Figueres, alejado del país desde el 2004, por el escándalo de los pagos de unas consultorías relacionadas con la firma francesa Alcatel, será invitado a la toma de posesión de la presidenta electa Laura Chinchilla.

La mandataria confirmó que se le invita como parte del protocolo que rige para esta actividad a la que también están invitados, los expresidentes Rafael Á. Calderón, sentenciado por un caso de corrupción y el expresidente Miguel Ángel Rodríguez, con causa pendiente.

Adrián Chinchilla, presidente de la comisión del traspaso, explicó que las invitaciones a los expresidentes se enviarán en el transcurso de los próximos 15 días y deben confirmar con antelación si participarán o no en la actividad.

La presidenta electa dijo que no habla con Figueres desde hace unos ocho años.

Figueres ha estado fuera del país, con residencia entre Suiza y España, desde que en el 2004 trascendió que recibió $900 mil de una firma, propiedad de un exasesor suyo, que a su vez recibió pagos por $2,7 millones de Alcatel, gigante francés de las telecomunicaciones. Figueres alegó que los pagos fueron por difusión de nuevas tecnologías y el caso fue desestimado por el Ministerio Público en el 2007.

Al momento del escándalo, Chinchilla, como diputada, le demandó a Figueres venir a aclarar los hechos al país y el hoy presidente, Óscar Arias, planteó expulsarlo del PLN.

No ve influencia

Aunque varios de los ministros recién nombrados por Chinchilla formaron parte del Gobierno de Figueres Olsen (94-98), el analista Constantino Urcuyo no prevé influencia “figuerista”.

“Ellos coincidieron en el gabinete de José María. Los une haber estado juntos y no la figura de Figueres”, afirmó.

Chinchilla aseguró que su gabinete tiene varios orígenes políticos. “De ocho, cuatro hicieron sus pasos en el Gobierno de don José María Figueres y otros mucho antes. Otros son técnicos con menos experiencia política”.