Hugo Solano
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Frente a los requerimientos de la nueva Ley de Migración, muchos “coyotes” asustan a los nicaragüenses que tratan de evadir los puestos y pasan por huecos en los muros de la zona fronteriza.

Así lo informó ayer Mario Zamora, director de Migración, quien explicó que una cantidad considerable de nicas al llegar a la frontera se topan con “gavilanes” que les cobran por pasarlos hacia sitios no habilitados.

Se estima que unas 55 mil personas cruzarán por Peñas Blancas en estos días santos.

Trillos, cercas y hasta agujeros en el muro sirven para que muchos foráneos eviten pasar por los puestos de Migración, en cuenta mujeres con niños, que se arriesgan a ser víctimas de abusos.

La llegada de la noche o el estacionamiento de furgones que tapan los huecos del muro son aprovechados para entrar o salir del territorio nacional.

La Fuerza Pública vigila la región las 24 horas, pero lo extenso de la frontera y la vulnerabilidad en muchos sectores facilita el ingreso por zonas montañosas.

Por ejemplo, en Santa Elena de La Cruz, la única división es una cerca de madera y alambre.