Angie López Arias
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Largas presas y vendedores haciendo su “agosto” es la situación que vivirán por algunas semanas más miles de conductores que transitan por la vía a Limón.

Ayer en la mañana, el paso regulado en la ruta provocó congestionamiento en ambos sentidos y el malestar de los choferes que deben esperar varios minutos para continuar su recorrido.

A partir del sábado y hasta que las autoridades determinen que no existe riesgo de derrumbes, la carretera se mantendrá abierta sólo de 6 a.m. a 3 p.m. y con dos puntos de control en el que los oficiales de Tránsito cierran un carril para dejar pasar a los conductores del carril contrario.

Esto se da exactamente en el kilómetro 22 y 22,5 en el sector conocido como Ventanas, pues fue donde ocurrieron dos derrumbes de grandes proporciones.

“Hay presa en ambos sentidos y la regulación se mantiene igual. No ha llovido fuerte, en cuanto eso ocurra cerramos la vía”, dijo Adrián Garita, jefe de la Policía de Tránsito del puesto Zurquí.

David Meléndez, de Atención de Emergencias del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), dijo que desde el sábado realizaron análisis de la montaña, por lo que preparan un informe de lo efectuado para así decidir qué otros trabajos hacer.

“El paso va a seguir regulado hasta que se incrementen las obras de contención en el lugar que las tienen que definir los expertos del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi)”, agregó.

Meléndez aseguró que el terreno se ve estable y que hasta el momento se ha mantenido, sin embargo, el temor es ver qué sucederá cuando llueva con fuerza por el riesgo de deslizamientos que existe en el sitio.