Karla Barquero, colaboradora
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Tal vez muchos se preguntarán qué fue lo que vio el árbitro Wálter Quesada al anular, durante el primer partido de la final, un gol del norteño Kenny Cunningham, por una supuesta falta sobre un jugador morado.
Los ex árbitros Rónald Cedeño, Greivin Porras y Rodrigo Badilla concuerdan en que la anotación que hubo por parte de los sancarleños era legítima.
“¿Quién sabe qué vio Wálter Quesada? Por ningún ángulo veo que haya una falta del jugador de San Carlos. Fue una anotación limpia”, afirmó Cedeño.
Para Greivin Porras, la polémica acción simplemente se trató de la lucha habitual que tienen dos jugadores por la pelota.
“Fue una jugada lícita que se dio por el forcejeo normal del balón, en donde la lucha la ganó el sancarleño”, comentó Porras.
En cuanto al trabajo arbitral, Rodrigo Badilla opina que Quesada se sacó un “8”.
A pesar de la buena calificación, el ex árbito no discrepa en que Quesada erró.
“Esa anulación y el planchetazo que le hicieron a Centeno fueron los dos lunares de Wálter Quesada. Pero si le tuviera que poner una nota, le daría un “8”, dijo Rodrigo Badilla.
Además, aseguró que si el gol no hubiese sido anulado, “otro gallo cantaría”.
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