1. No tuvo jugadores de jerarquía para tomar la pauta.

En finales pesan esos jugadores que saben cuándo arremeter, cuándo poner pausa o acelerar. San Carlos tiene pocos futbolistas de finales y eso se notó. Las ganas no bastan.

2. San Carlos no tuvo la pelota.

Con un hombre más, el cuadro norteño se fue encima en busca del tercer gol, pero no lo consiguió. Más bien perdió la posesión de la pelota. No logró adueñarse del mediocampo.

3. Le afectó la salida del volante Álvaro Sánchez.

Anotador de los dos goles, no solo estaba inspirado, sino que es el “Paté” Centeno de San Carlos, capaz de proponer la pauta del juego. Su salida en el minuto 78, junto al casi inmediato gol de Saprissa (el 2-2 en el minuto 80), terminó de sacar de balance al equipo casa.

4. Kenneth Vargas dejó ir la oportunidad de sellar el triunfo.

En una de las mejores jugadas del partido, Vargas no pudo empujarla de barrida frente al marco, cuando el partido estaba 2-1 a favor. Hubiese matado.

5. Abelenda no estuvo a la altura.

Buen jugador, el uruguayo no se vio bien en su ingreso por Sánchez (en el minuto78). Más bien se salvó de la tarjeta roja cuando ya con la amarilla encima, se arriesgó en una barrida que bien pudo costarle la segunda amonestación. De él se esperaba más manejo de balón.

6. El ingreso de Alemán recordó sus viejos tiempos.

El atacante, incluido de relevo en el 64, disimuló el hombre de menos. Sus intervenciones, corriendo desde el centro hacia los costados, desequilibraron a la parte baja sancarleña. Participó en los tres últimos goles.

7. Los fatales 10 minutos de Grant.

Un buen arquero, uno de los responsables del gran torneo sancarleño, se vio fatal en los diez minutos finales. Falló en un balón aéreo, otro lo vio pasar y en el último gol se le escapó de forma increíble.

8. La actitud de Víctor Cordero.

Cordero no se vio bien en los goles sancarleños, pero como ya ha sucedido en otros momentos cruciales, el zaguero mostró actitud e inteligencia para sumarse al ataque, tentando a la suerte. No es la primera vez que anota en una final.

9. Defensas norteños no supieron qué hacer con la pelota.

A quién se le ocurre tratar de cubrir la bola casi bajo el marco, en vez de despejarla con todo. Qué les pasó a Bello y Munguío. Ese gol, el de Cordero, fue un golpe del que San Carlos no salió.

10. El oportunismo de Jairo Arrieta.

El último título logrado por Saprissa, en el 2008, se dio con gol de Arrieta en el minuto 84. Otra vez fue clave.