Isaac Zuñiga Keith
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San Isidro de Pérez Zeledón-. No cabe duda que a Alajuelense se le embarrialó la cancha.

En un pésimo terreno de juego, del estadio municipal, ganaba con un cómodo 0-2, pero al final del compromiso cedió un empate 2-2, que tiene saber a victoria para el Pérez Zeledón.

Los erizos parecían hacer un negocio redondo, pues además de llevarse los tres puntos en una cancha fangosa y hasta con mal olor, tenían un pie y medio en las semifinales.

Las indicaciones del técnico rojinegro, Óscar Ramírez, habían sido tratar lo más rápido posible de estar arriba en el marcador, previendo que con el pasar del tiempo el terreno iba a estar peor, tal y como sucedió.

Leandrinho hizo caso a las palabras de su entrenador y en un poco más de 20 minutos había marcado un doblete para los manudos, quienes rápidamente impusieron sus condiciones.

En media cancha imperaba el barreal, en el cual se “pegaban” las ilusiones de los generaleños, quienes a pesar de sus intentos no encontraban la fórmula para doblegar a Pemberton.

Con “barro hasta las orejas”, que se les metía hasta en los ojos, los rojinegros se defendían a capa y espada, tratando por todos los medios de no darle ninguna iniciativa a su rival.

Eso sí, el barreal no se compara con la grotesca imagen en el epílogo de Erick Marín y Juan Gabriel Guzmán, escupiéndose, lo que dio paso a la expulsión. Bien por el réferi Hugo Cruz.

En el complemento Ramírez metió a dos hombres que van bien en el juego aéreo, con el fin de amarrar el marcador

Sin embargo, de muy poco le valió, pues precisamente en dos certeros cabezazos en el área, los “Guerreros del Sur” sacaron pecho y emparejaron los cartones.

Ever Alfaro y Daniel Arce, esté último un exliguista que no jugó ni un minuto en los dos anteriores torneos, dieron la paridad a la escuadra del “Popeye” Herrera, quien les dio espinacas y al menos empataron el duelo a puro coraje en su casa.