Lunes 15 de noviembre de 2010, San José, Costa Rica
Nacionales | Comercio ofrece artículos para su seguridad
Ciudadanos buscan enfrentrar a la delincuencia
Uno de cada cinco ticos fue víctima de asalto en el 2009, según Estado de la Nación
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    Uno de cada cinco ticos fue víctima de asalto en el 2009, según Estado de la Nación.
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    La tasa de hombres homicidas pasó de 10,8 por cada 100 mil habitantes en 1998 a convertirse en 18,7 en el 2009.

Angélica Rodríguez, colaboradora
redaccion@aldia.co.cr

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“Uno no vale nada para el delincuente. Mi esposo estaba en su plenitud. Jamás me imaginé que por intentar robarme el carro le dispararan y nos causaran este dolor”, expresó consternada la víctima de apellido Pérez, cuyo pariente fue asesinado.

“Tendré que tener un guarda en la casa para que me proteja”, agregó temerosa.

Según el último informe del Estado de la Nación, uno de cada cinco costarricenses fue víctima de asalto en el 2009.

“Costa Rica tiene una criminalidad mucho más fuerte que la que expresa el informe del Estado de la Nación, que es la lista negra. Son todos los eventos que no llegan a estados judiciales y es más voluminosa que cualquier estudio”, aseveró Álvaro Ramos, experto en seguridad.

Las víctimas de homicidios en los últimos tres años creció. Pasó de 8,2 asesinatos por cada cien mil habitantes en el 2007, a 11,8 en el 2009, según el Estado de la Nación.

“Estuvimos amarrados boca abajo durante 45 minutos con las manos hacia atrás. Los asaltantes nos amenazaron. Querían llevarse los artículos de valor pero llamaron a otro hombre que les dijo que no podría llegar porque habían policías cerca”, recordó Álvaro Mora, víctima de un intento de robo en Desamparados. Los minutos de terror vividos responden a esa mayor criminalidad.

“La violencia aumentó por el fenómeno del narcotráfico y el crimen organizado”, aseguró Erick Lacayo, director Escuela Nacional de Policía.

Según Lacayo, nos enfrentamos ante dos situaciones: la violencia contra el ciudadano y la del propio fenómeno criminal.

Frente a esto, ¿cuánto invierte el ciudadano en su seguridad?

Chaleco, alambre navaja...

Depende de lo que pueda pagar, en chalecos antibalas hay variedad. El básico de guarda ronda los ¢339.900. El discrecional cuesta ¢280.675 y el táctico para uso en combate: ¢772.500.

Los ciudadanos viven con temor. “Yo no creo en el sistema judicial. Hace tres años me habían robado ¢600 mil y aún hoy me siento inseguro por más alambre navaja que puse adelante y atrás de mis casa. Además, colocamos cinco candados al frente y compré un arma”, detalló Álvaro Mora, víctima del hampa.

Las armerías ofrecen pistolas desde los ¢363 mil hasta más de ¢1 millón, pero aunque suene contradictorio, venden menos que años anteriores.

Cayó venta de armas

“Las ventas han bajado 60 por ciento, pero esto no va de acuerdo con el índice de criminalidad”, comentó Eduardo Pollini, dueño de armería Pollini.

“Es por las directrices del Gobierno para que la gente decente no se arme. Piden una declaración jurada del por qué quiere tener un arma y las personas tienen que inventarle a los abogados del Ministerio Público cualquier cosa”, dijo Erick Ríos, administrador de la armería Trabuco.

Las autoridades de Armas y Explosivos se defienden: “No estoy de acuerdo, los requisitos están bien y se ajustan a la idiosincracia costarricense”, indicó Javier Herrera, jefe del departamento de control de armas y explosivos.

¡Nos tenían vigilados hace una semana!

“Sacó un arma y dijo: esto es un asalto, le apuntaron a mi nieto de 5 años con un revólver y pidió la caja fuerte”, afirmó Grethel Ramírez, víctima de asalto en San José. Según Ramírez, los asaltantes eran cuatro hombres y una mujer quienes se llevaron ¢15 millones de mercadería que manejaba su familia para la venta.

Robaron siete celulares, dos computadoras, 110 perfumes, 26 pares de tenis, entre otras cosas. “Ellos llegaron a preguntar por una colonia, se les abrió porque preguntaron por mí. Conocían los nombres de mi familia y manejaban toda la escena”, agregó Ramírez. La familia permaneció amarrada mientras veían el asalto.

Días después familiares reconocieron a uno de los sospechosos cerca de su casa por lo que alertaron a la Policía, cuando intentaron detenerlo el hombre se dio a la fuga.

Sin embargo, 24 horas después lo dejaron libre, sin aplicarle medidas cautelares.

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