Hugo Solano, Angie López y Agencias
Colaboró:Yariela Novo.
hsolano@aldia.co.cr

         

Anoche en conferencia de prensa el canciller René Castro, acompañado por Carlos Roverssi, vicecanciller, detalló que a las 6 p.m. se entregó la nota de protesta a Hárold Rivas, embajador nicaragüense, por la vinculación con el narco que hizo el presidente Daniel Ortega de nuestra política exterior y contra la “sinrazón solicitud de usar el río Colorado”.

Destacó que gracias a esfuerzos diplomáticos se logró que la OEA, votara este caso, en contra de su tradición de más de 10 años de buscar solo consensos.

Afirmó que solo se usará el derecho internacional que no da la rapidez deseada pero sí certeza, respeto y apego a nuestra unicidad y siembra el precedente para otras naciones de que los mecanismos “no violentos” son funcionales.

La cancillería costarricense rechazó “de manera firme y categórica” las declaraciones del presidente Ortega que afirmó en cadena de televisión que el narcotráfico dirige nuestra política exterior. Igual repudio manifestó ayer el presidente de México, Felipe Calderón.

Añade que “busca distraer a los nicaragüenses “de la contundente derrota sufrida en el seno de la OEA” que le solicita retirar las tropas de la zona en conflicto.

El comunicado agrega que Costa Rica seguirá la defensa de sus derechos soberanos en las instancias internacionales que correspondan hasta lograr que los soldados nicaragüenses se retiren y detengan el destrozo ambiental en isla Calero.

Una misión especializada de OEA llegará pronto al país para sostener reuniones y fungir como mediadora en ambos países.

El canciller Castro destacó que en el pueblo de Nicaragua hay deseo de diálogo y evitar conflictos.

Insistió en que ni siquiera considerarán la solicitud nicaragüense de libre navegación en el río Colorado porque desde 1888 el presidente Cleveland señaló que el río era enteramente nacional.

En ese sentido Costa Rica llamó al gobierno vecino a la cordura y a evitar manifestaciones que agraven la situación.

En Nicaragua, Ortega insiste en que no acatará la solicitud de la OEA para replegar sus tropas.

El viernes, 21 naciones votaron a favor de retirar las tropas de isla Calero y sólo Venezuela apoyó a Nicaragua en no hacerlo.

Ante esa situación Ortega dice que el fracaso fue de la OEA y amenazó con dejar ese foro.

La intención de Ortega fue considerado un error y un salto al vacío entre disidentes sandinistas, analistas políticos y exdiplomáticos de ese país.

“Para donde se va a ir, si se sale de la OEA”, expresó Mauricio Díaz, exembajador de ese país aquí. Para Norman Caldera, excanciller, sería decirle no a mecanismos democráticos.

Dora María Téllez y Víctor Hugo Tinoco valoran errada la pose de enfrentamiento de Ortega.

De isla Calero

Reynaldo Sánchez, Agricultor.

Doña Laura va llevando bien el proceso. Con paciencia se puede solucionar. Soy nicaragüense y creo que un conflicto sería terrible”.

Patricia Ballestero, Ama de casa.

Nací en Limón y tengo 35 años de vivir aquí. Nunca había visto algo así. Tenemos miedo. Es claro que finca Aragón es de Costa Rica”.

Dora María Téllez, quien junto a Edén Pastora lideró en 1978 el ataque al Palacio Nacional de Managua y luego se distanció de la cúpula sandinista, estima que Ortega debe retirar los soldados de la zona de conflicto con Costa Rica.

“Yo si fuera el Gobierno de Nicaragua retiraría a los soldados de la zona, no porque acepte que ellos tienen soberanía allí, sino porque acepto que eso es una fuente de conflicto... retirar a los soldados, ubicarlos 15 metros más adentro no me quita la soberanía de Nicaragua, pero me quita el conflicto”, dijo la exguerrillera en una entrevista a El Nuevo Diario. Reconoce que la frontera ya está definida y que eso no es realmente lo que está en discusión.

Para ella, la campaña política de Ortega está dirigida a concentrar la visión del pueblo en el conflicto, mientras, “magistrados usurpadores del Consejo Supremo Electoral, convocan a elecciones ilegalmente”.

Los 300 mil nicaragüenses que viven en Costa Rica –según Téllez–, son las víctimas del conflicto, pues deben mantener sus empleos en Costa Rica para enviar ayuda a sus familias, ya que no pueden volver a Nicaragua por la falta de trabajo que impera.