Se presenta como Smart Scooter y es completamente eléctrico. Su carta de presentación es la de solución inteligente para la movilidad urbana, lema de sobra ya conocido del fabricante. Al igual que los modelos Fortwo, su máxima es el mínimo espacio y la ergonomía, con un frontal compacto y una zaga lo más reducida posible, nacido para sortear ágilmente el tráfico diario en una gran urbe.

Su mecánica, completamente ecológica, se basa en un propulsor de 4 kW asociado a la rueda trasera, que se alimenta gracias a una batería de ion litio de última generación.

Esta se recarga completamente enchufada a una toma convencional durante seis horas en parado y, en marcha, mediante un sistema de frenada regenerativa, así como con los pequeños paneles solares ubicados en el frontal. Todo ello permite a Smart Scooter disfrutar de una autonomía de 100 kilómetros, más que suficiente para circular durante el día por la ciudad.

El fabricante ha puesto especial cuidado en la seguridad, por lo que cuenta con un rígido chasis de acero y aluminio, al que recubren paneles de plástico completamente intercambiables. Asimismo, mientras que el freno posterior es eléctrico, el anterior es hidráulico y va equipado con ABS, para reducir el riesgo en caso de frenadas de emergencia.

Seguridad y respeto por el medio ambiente no son sus únicas bondades, además, es compatible con las últimas tecnologías. Smart desarrolla una aplicación con iPhone, el Smart Drive, que permite convertir el móvil de Apple en un ordenador de a bordo del Smart Scooter. Este no sólo actúa de velocímetro, además, indica la carga de la batería, puede funcionar como navegador y como localizador del vehículo. Así, llega la moto inteligente y es de Smart, la filial de Mercedes Benz.