Esteban Valverde, colaborador
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Tibás.- La fecha 10 de octubre del 2010 (10/10/10) marcó el renacer del jugador saprissista Alonso Solís en el fútbol nacional.

Exactamente dos años y dos meses llevaba Solís sin saber lo que era anotar, la última vez que logró concretar fue el 10 de agosto de 2008 frente a Ramonense.

Aunque sus dos anotaciones ante Limón FC, fueron sólo el detalle que desbordó las emociones, lágrimas, abrazos y sentimentalismo interno que el “10” morado demostró con sus ojos humedecidos al final del encuentro.

“Esto es mucho para mí. Muchos me dieron por muerto, dijeron que no iba a poder jugar y que me iba a dar por vencido, pero gracias a Dios tuve la fortaleza para esperar este año y diez meses sin poder jugar”, dijo Solís.

Mientras Alonso atendía a la prensa que lo rodeaba, su esposa Amalia Benavides no podía esconder su alegría, caminaba inquieta de un lado a otro en la zona mixta del Estadio Saprissa esperando a su esposo, a la vez que recibía las felicitaciones de los familiares de los otros jugadores.

“Fueron momentos muy duros, pero eso nos ayudó a crecer y ser más fuertes. Siempre había una luz de esperanza y hoy (ayer se vio reflejado”, comentó.

Y es que el “Mariachi” durante este tiempo de dificultad supo donde encontrar reflexión y tranquilidad, como el mismo lo afirma la señal que hizo al final del juego significa “algo muy personal con Dios”.

“Tiene relación con un sueño, es una señal entre Dios y yo. Roy (Myers) la vio y se sintió identificado por eso la hizo, es algo personal que me quiero guardar”.

Así se desarrolló un renacimiento que los morados esperaban con ansias, el “Mariachi” firmó y con creces su regreso a su amada “Cueva” morada.

* Estadísticas: Cristian Sandoval (radio Columbia)