Mauricio Astorga, actor
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México D. F. Esta semana el mundo entero miró conmovido el rescate de los 33 mineros chilenos. Bueno, 32 chilenos y un boliviano. Desde ese país nos regalaron un mensaje de amor y solidaridad, en medio de tantas malas noticias que nos bombardean diariamente.

Por una parte, es admirable como el Gobierno chileno no escatimó recursos y esfuerzos para rescatar a este grupo de ciudadanos y nunca renunció a la posibilidad de salvarlos. Por otra parte, estos 33 hombres nos enseñaron el valor de la amistad y el trabajo en equipo para vencer cualquier adversidad.

Póngase usted por un momento en los zapatos de estos mineros: estuvieron durante 69 días a 700 metros bajo la tierra, a más de 30 grados centígrados de temperatura y con las condiciones mínimas para sobrevivir. En medio de tanta adversidad, fueron uno solo en todo momento.

Esto nos renueva la esperanza en la humanidad, nos lanza una señal de que no todo está perdido y que hay más cosas positivas que negativas. Pero levanta una voz de alerta sobre las condiciones en las que laboran muchos seres humanos en el mundo.