Miguel Calderón Suárez
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Guápiles - El 12 de junio del año 2009 quedará grabado para siempre en la mente de la jueza de la República Yorleny Serrano Quintero. La razón: ese día quedó detenida por supuestamente brindar asesoría a una red dedicada al tráfico internacional de drogas.

Para esta fecha, otras seis personas fueron capturadas como supuestos miembros de la organización narco que traficaba cocaína oculta en cisternas a México, según informó la Fiscalía.

El Ministerio Público acusó a Serrano de mantener conversaciones con uno de los sospechosos luego de intervenir varios teléfonos, entre ellos el de la entonces jueza suplente de Limón.

Luego de un año y cuatro meses de zozobra y problemas de salud debido a la acusación en su contra, el pasado jueves Yorleny recuperó su paz y su libertad.

El Tribunal de Juicio de Limón la absolvió de toda pena tras determinar que la jurista no tuvo ningún ligamen con la organización conocida popularmente como “La banda de las pipas”.

“Sentí mucha presión”

La profesional conversó ayer con Al Día por medio de su abogado José Ramón Morales.

“Solo ellos (la Fiscalía) saben el porqué me ligaron a la red narco”, exclamó la mujer de 42 años.

Comentó que tras el fallo de los jueces ha recibido un apoyo moral muy grande de la gente y sus allegados. “Soy feliz, le agradezco a Dios y a las personas que confiaron siempre en mi y que me acompañaron en el debate”, señaló.

Serrano reconoció que el proceso desde su detención la desgastó mucho y la llevó a la depresión. “Me sentí deprimida, psicológicamente aún estoy mal. Por eso todavía recibo terapia. Estoy incapacitada. Esa acusación fue desgastaste, me cambió mucho la vida. Mi labor se vino abajo así como mi autoestima. ¡Me la tiraron al suelo!”, manifestó desde su casa en Guápiles de Pococí.

“Se dañó mi honor y mi imagen. Siempre he respetado a los demás, he sido una mujer muy apasionada de su trabajo”, finalizó la funcionaria judicial.