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Una falla geológica causó el problema más grave en la ruta a Caldera, antes ya había tenido daños por deslizamientos. Manuel Vega.
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Los taludes de la radial a Hatillo cedieron con las primeras lluvias. Archivo.
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Los atrasos en San Francisco se debieron a fallas en los materiales. Archivo.
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En la MAG-Universal el problema es por mala planificación vial. H. Arley.
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Taludes inestables, uno de los problemas más serios en Caldera. Archivo.
Patricia Recio G.
arecio@aldia.co.cr
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Materiales defectuosos, mala planificación vial y construcciones inestables, han dado como resultado que muchas de las obras viales recientemente inauguradas se conviertan en verdaderos fiascos viales.
La más reciente evidencia, se presentó con la carretera a Caldera que se estrenó hace apenas nueve meses y lejos de ser la maravilla vial que prometía, no ha dejado más que pérdidas y dolores de cabeza para los usuarios.
Según Guillermo Loría, coordinador del Programa de Infraestructura del Transporte, del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), desde abril pasado habían enviado un informe donde se señalaba los problemas que podían presentar los taludes.
Además del problema de inestabilidad en los taludes, en el Lanamme identificaron otros dos detonantes: el mal manejo de las aguas y las deficiencias en la mezcla de asfalto. Esos dos factores ya pasaron su factura.
“Ya se había enviado desde hace seis meses un informe donde se indicó algunos problemas que podría tener la mezcla asfáltica y ya se están notando los efecto del daño por humedad”, indicó Loría.
La empresa Autopistas del Sol se defendió de las críticas que han surgido por el tema del asfalto.
“La concesionaria es consciente de que la carpeta asfáltica de la carretera apenas presenta deficiencias en un 2 por ciento de sus más de 180 km en carriles, en los cuales se encuentra trabajando”, expresaron por medio de un comunicado de prensa.
Agregan que “estas situaciones se han presentado en zonas de filtración de aguas y en algunos casos puntuales por la mezcla”.
Olman Vargas, director ejecutivo del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, manifestó que en este país la condición lluviosa es un enemigo para las carreteras, por lo que es un factor que debe tener en consideración a la hora de diseñar las carreteras.
“Se ha perdido de parte de algunas empresas, esa rigurosidad técnica para hacer diseños previos en las carreteras y hemos tenido toda una serie de eventos que no eran normales en este país, de carreteras recién inauguradas que tienen fallos importantes”, explicó Vargas.
Además de la vía a Caldera, los expertos señalaron otras vías como la radial de Hatillo.
Según Vargas, en esta radial el problema es de estabilización de taludes: “Se hicieron cortes importantes en suelos muy malos y ahí no se hizo ninguna estabilización. Lo único que se estaba sembrando era zacate para amarrar el terreno”, explicó.
Precisamente, esa vía que fue inaugurada en setiembre del año pasado, lleva ya cerrada más de dos meses y amenaza a una comunidad con arrastrar sus viviendas en un eventual alud.
Guillermo Loría también recordó el problema presentado con las losas de concreto defectuosas que prolongaron por más de un año el calvario en la carretera San Francisco-La Colina.
Otras rutas recién estrenadas también han resultado “pifias”, pero por el mal diseño en el tema de tránsito.
Vargas y Loría, resaltaron la falta de planificación en las construcciones de la carretera MAG- Universal en Sabana sur, en donde no se previó la situación de los semáforos que hoy causa un caos vial en el cruce de la Universal.
Situación similar ocurre en el paso a desnivel de Alajuelita, que fue puesto en funcionamiento incluso sin haber concluido con las obras de la rotonda y aún no soluciona el problema de los semáforos de los Hatillos.
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