Liverpool /DPA. Los nuevos dueños del Liverpool constataron ayer la enorme tarea a la que se enfrentan para devolver al club a su antigua gloria, al observar como el equipo caía por 2-0 en el derby local contra el Everton.

El Liverpool sigue en puestos de descenso de la liga inglesa de fútbol, tras una indolente actuación en Goodison Park aprovechada por un Everton que, tras su habitual mal comienzo de temporada, parece estar encontrando la forma.

El australiano Tim Cahill adelantó al equipo local a los 34 minutos, mientras que el español Mikel Arteta cerró el marcador ante un Liverpool que nunca encontró fluidez en su juego y es penúltimo en la tabla de la Premier.

“Pienso que la forma en la que jugamos no es el nivel de un plantel entre los tres últimos”, dijo el técnico “red”, Roy Hodgson. “Pero seis puntos en ocho partidos es muy poco”, admitió.

“Necesitamos empezar a ganar para escalar en la clasificación y hasta entonces, la palabra “crisis” seguirá persiguiéndonos”, agregó el técnico, quien sustituyó esta temporada al español Rafael Benítez.

El Liverpool es el club más exitoso de Inglaterra, con 18 títulos de Liga y cinco Copas de Europa, pero en los dos últimos años no levanta cabeza.

El delantero español Fernando Torres parece una presencia cada vez más frustrada, pero su estado de forma es difícil de calibrar cuando su equipo lo deja solo en punta en busca de migajas.

El nuevo propietario del club, el estadounidense John Henry, ocupó su lugar en el palco y pareció algo desconcertado por el fervor del derby en el “Merseyside”.

En otro juego, El Manchester City ascendió a la segunda posición de la Premier tras vencer, en campo del Blackpool (3-2), con doblete del argentino Carlos Tévez y un gol del español David Silva.

Hoy juegan Blackburn-Sunderland, para cerrar la octava jornada del fútbol inglés.